Cómo actuar cuando sos el invitado del futbolacho

En varios pasajes de nuestra larga y sacrificada carrera de futbolista amateur, vamos a encontrarnos en la situación de ser invitados a un grupo ajeno, extraño, para jugar al futbolacho.

En varios pasajes de nuestra larga y sacrificada carrera como futbolistas amateur, vamos a encontrarnos en la situación de ser invitados a un grupo ajeno, extraño, para jugar al futbolacho. Esto por lo general pasa en 2 formatos:

  • Tu socio te invita y van juntos, esto se conoce como “chongo” y el término se usa netamente con fines prácticos, para diferenciarte de un miembro del equipo y no se pierda tiempo preguntando tu nombre. La otra situación es cuando
  • Te avisa un conocido (categoría amistosa inferior a socio) y vas cayendo al futbolacho por la simple y llana razón de querer chutar una pelota. En este caso durante el partido vas a ser conocido como: Socio, Cuate o el número de tu casaca en caso de aplicarse.

 

Llegás al lugar…

Este es un punto importante porque acá se marca el lazo que va a existir entre vos -pysãtronco hasta que pruebes lo contrario- y una nueva comunidad de pysãtroncos. Es muy importante que mires a los ojos y saludes con la mano firme, no tan frío ni serio; podrías ser tomado como argelado, amargo o bochinchero, esto puede traer problemas. Tampoco tan sonriente, buena onda o divertido, podés ser tomado como débil, y eso es mucho peor.

Es importante en la previa mantener el equilibrio en todo, estar tranquilo, sereno y opinar solamente si te preguntan algo específicamente a vos. Si te preguntan el nombre, no digas tu apellido para ahorrarte el “Fulanita no es tu hermana?” y no se te ocurra hacer esa pregunta a nadie. Por nada del mundo.

Los impresentables de BongoXXXaba, futbolacho religioso de los jueves.

La indumentaria

Lo mejor es ir ya vestido, como no tenés confianza con desconocidos, te evitás las típicas incomodidades de vestuario que no vamos a mencionar en este post.

Nunca estrenes botín en un grupo nuevo, los botines nuevos todavía no se adaptan a tus pies, tu control del balón (que de por sí ya es horrible) va a empeorar, tus remates irán mucho más arriba del arco que lo normal y probablemente te van a pelar todo; todo esto sumado va a generar en vos actitudes de lamentación que no queremos que el nuevo grupo vea.

Tampoco lleves remera original de ningún club, mucho menos europeo. Podrían existir prejuicios y ser tildado como el típico millonario que en su vida chutó un sapo o una latita de Labatt Blue. En este caso sí existe el “overdressed” así que mejor llevá esa remera del intercolegial o la que usaste en el torneo empresarial en el 2007 y perdieron todos los partidos. Ni mencionar lo de evitar usar canilleras, tobilleras, vendas, sudaderas o vinchas. (De hecho, si usás todo esto junto deberías considerar otro deporte).

Esa torre de alcohol es la verdadera razón del futbolacho.

El partido

Los primeros minutos los vas a dedicar a estudiar el nivel de fútbol que despliega este nuevo grupo. En caso que vayas con tu socio, jugá en su equipo; si caíste de onda como Cuevitas en Cerro en el 2011, jugá en el equipo donde está el que más habló en la previa, este probablemente sea el líder de la manada por consiguiente elige a los mejores. Si hay chalecos, jugá en el equipo sin chaleco, todos sabemos que los que se ponen chalecos aceptan subconcientemente que son los peores.

A menos que tengas la habilidad de Robinho, colocate en el fondo, tirado por derecha (este punto explicamos más adelante). Recibís y tocás, corré todas las pelotas y no abrís la boca por más maletas que sean tus compañeros de equipo. Este es tu derecho de piso.

En el segundo tiempo ya te vas a soltar más y hasta dar algunas instrucciones para que tu reventado equipo al menos mantenga el orden. En este punto ya podés intentar una gambeta, un remate de media distancia, soltar un “Pasá pues tu pelota socio!!” y hasta levantar un poco la plancha en una pelota dividida. Ojo, siempre manteniendo el juego limpio. No vamos fomentar nunca el TeletubbieQuintanismo anti-fútbol desde este lugar.

Si lo tuyo no es generar fútbol, mantenete en defensa y acá viene lo que decíamos: jugá por derecha porque siempre el ñembo habilidoso del grupo, sea o no sea zurdo, juega por izquierda. Esta es tu oportunidad para mostrar tus dotes de futbolero y usar el “parado nomás” e impedir que este personaje “chuleí” te humille.

El grupo de @alampaniagua7, ejemplo de amistad a pesar de los colores.
El grupo de @alampaniagua7, ejemplo de amistad a pesar de los colores.

Tercer tiempo

Como no conocés a nadie, solo a tu socio, probablemente ya quieras volver a casa o a lo de tu “Lapa”. NO LO HAGAS. Van a decir a tus espaldas “Quién pio el person ese que vino y no se quedó a chupar?” Todo el buen trabajo que venís haciendo se va a derrumbar si no te quedás a compartir por lo menos una ronda de 3.

Acá es donde se afianza el lazo y si tenés ganas de que la relación sea duradera, tené en cuenta los siguientes puntos:

  • No dejes que tu socio pague por vos, si pasa eso el mote de chongo pasa a tener otra acepción, pagá vos por la cancha.
  • Sin falta soltá un 5 más “pa la birra”. Es decir, si es equipo 10 la cancha, soltá 15. Este gesto es bien recibido por la platea y hasta ese inútil que ligó un pelotazo tuyo ya te perdonó.
  • Si te llamó la atención el juego de alguno de los vago ahí presente, decile “Bien jugado papá”. Este es como el “Por favor – Gracias” de la vida real, no duele nada y demuestra que sos una persona de buen corazón y un caballero dentro del terreno.

 

A esta altura estás a punto de cerrar el negocio de un nuevo grupo de fútbol. Pero, como estamos en el país de los amigos, es importante cerrar lazos y por qué no, hacer nuevas amistades. Para eso te vamos a dar unos consejos, de cómo desenvolverte correctamente como novato en el debate del tercer tiempo, pero lo haremos en una próxima entrega. Por ahora quedate con esto y no olvides nunca servir la birra con 2 dedos de espuma.

¡Salud!

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Colaborador de Cancha Chica
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