El otro CCP: La pasión del fútbol en el Pantanal

En Bahía Negra, en lo alto del Chaco Paraguayo, un club de fútbol lleva también las iniciales del Club Cerro Porteño (CCP) de Asunción y al igual que el Ciclón de Barrio Obrero, es popular y su historia tiene marcada relación con el pasado bélico de nuestro país. Se trata del Club Capitán Pintura (CCP), de la comunidad indígena de Puerto Diana, tricampeón del fútbol bahianegrense, equipo que enciende la pasión de cada fin de semana en estas tierras en donde falta todo, menos fútbol.

 

La primera vez que leí la frase “Fútbol hay uno solo” fue en la revista El Gráfico, y lo escribió un periodista llamado Alfredo Alegre. Era el título de una nota que había hecho sobre el fútbol en el altiplano boliviano, cuando El Gráfico todavía era semanal, allá por finales de los años 90.

El reportaje ilustraba cómo, en un lugar tan remoto, se tenía la misma pasión y responsabilidad que vemos en jugadores de élite cada domingo en los torneos profesionales. 

La entrada al estadio “13 de octubre” de Puerto Diana, en donde Capitán Pintura oficia de local.

Ese fútbol del altiplano que describía el periodista Alegre, es el mismo que sentimos en nuestra canchita de barrio, cuando nos disponemos a jugar entre los amigos, entre los compañeros de trabajo, en alguna cancha de pasto “sintético”, organizado a través de los grupos de Whatsapp.

Es ese mismo fútbol que nos convoca cada fin de semana para ir a ver a nuestro equipo favorito, por el cual sufrimos, nos alegramos, estamos pendientes, en fin..

Fútbol hay uno solo

Lejos, muy lejos de Asunción, a casi 1.000 kilómetros de la capital del Paraguay, está Bahía Negra, que tiene cerca de 2.500 habitantes. Enclavada en el corazón del Pantanal Paraguayo, la ciudad carece de caminos pavimentados y en cada lluvia queda aislada de todo.

En Bahía Negra, el hospital no tiene equipamientos médicos y ni siquiera hay un odontólogo en sus 35 mil km2 de superficie, pero hay algo que jamás va a faltar: La pasión por el fútbol.

Los capitanes de Capitán Pintura y JJ Sánchez, antes del enfrentamiento.

Parte de responsabilidad en esta pasión tiene iniciales, que son el CCP, del Club Capitán Pintura. Esta institución nació en el 2005 como un centro recreativo para los indígenas de la comunidad de Puerto Diana -ubicada cerca del casco urbano de Bahía Negra-  con el fútbol como deporte principal. 

Cuando se formó la Liga Bahianegrense de fútbol, en el 2011, Capitán Pintura se inscribió para participar del torneo, pero no solamente para eso, sino que la intención fue pelear el título, algo que el club logró con creces. De hecho, el CCP es el más ganador de la Liga de Bahía Negra, con tres campeonatos obtenidos en su historial.

Capitán Pintura y la Guerra

El CCP de Asunción tiene el origen de su nombre, Club Cerro Porteño, en alusión a la batalla librada el 19 de enero de 1811 en Paraguarí, hoy un departamento de Paraguay, en donde el ejército paraguayo logró replegar los avances de las tropas argentinas, que estaban bajo el mando del conocido Cnel. argentino Manuel Belgrano.

Los colores rojo y azul del CCP de Asunción se usaron como un mensaje de unión entre los partidos colorados (rojo) y liberales (azul), para que haya unidad en el Paraguay. 

La guerra del Chaco enfrentó a bolivianos y paraguayos entre 1932 y 1935. (Foto Chaco sin Frontera)

Para el CCP de Bahía Negra, el origen también tiene que ver con la guerra, pero en este caso con el de una persona. Para los indígenas de Puerto Diana, el Capitán Pintura es el héroe más grande para la Nación Yshir, que está conformado, además de Puerto Diana, por tres comunidades indígenas más en Bahía Negra.

Los colores del Capitán Pintura son verde y Blanco; el verde representa el respeto a la naturaleza que tienen los indígenas, y el blanco es el agua, la paz y tranquilidad que ellos profesan.

Para entender un poco el valor que tiene el CCP para los indígenas, vale conocer un poco de la historia.

La Guerra del Chaco (1932-1935) enfrentó a Bolivia y Paraguay, siendo las inhóspitas zonas del Gran Chaco paraguayo el terreno utilizado para librar las batallas. En aquella guerra se destacó la figura de un indígena Yshir, que peleó con las tropas paraguayas para defender el territorio chaqueño a favor de Paraguay.

Este indígena iba a las contiendas con el cuerpo pintado, por lo que era conocido como el Capitán Pintura. Además, debido a su bravura y, sobre todo, a su conocimiento de campo, su participación fue vital para las tropas paraguayas.

Marciano Barboza, uno de los líderes de la comunidad indígena y fundador de CCP, en plena cancha.

En su libro “La tragedia del mediador salvaje. En torno a tres biografías indígenas de la Guerra del Chaco”, el investigador de la Universidad Sorbonne Nouvelle de París, Francia, Nicolas Richard, dice que la primera mención sobre el Capitán Pintura en los registros de archivos sobre la Guerra la hace el veterano militar ruso Juan Belaieff, quien hizo exploraciones al interior de Bahía Negra entre los años 1924 y 1928. 

Según este artículo de Richard, fue el propio Belaieff -que llegó a Paraguay después de estar en guerras como la de Crimea- quién recomendó a las autoridades militares paraguayas la de crear una unidad militar de “guarda fronteras” con una pequeña “caballería Chamacoco” que debía de estar a cargo del Capitán Pintura.

El investigador dice que dicha guardia ni caballería nunca se formó, pero esto dio pie para que, una vez iniciada la batalla, Pintura tenga acceso a uniforme militar y escopetas.

En Bahía Negra no se basan en documentos como Richard, sino en testimonios que les llega de las generaciones anteriores. Los líderes de la comunidad local lo siguen teniendo al Capitán Pintura como un héroe, y eso van transmitiendo a los más jóvenes.

Para nosotros el Capitán Pintura no solamente es un club, sino nuestro más grande héroe. Gracias a él, nosotros, los Yshir de Puerto Diana, pudimos quedarnos acá en la ribera del río Paraguay, mientras otros indígenas tuvieron que abandonar sus territorios” dice Marciano Barboza, uno de los líderes de la comunidad y fundador del club.

Para Barboza, tener un equipo de fútbol que represente al Capitán Pintura es más que una satisfacción y compromiso. Se trata de una cuestión de honor

Ser local en una tierra sin título

A pesar de los Yshir viven en estas tierras hace más de 500 años, por lo que se consideran una nación, la desidia del Estado paraguayo durante décadas a permitido que de a poco, vayan perdiendo sus tierras.

Hoy, apenas la comunidad de Puerto Diana tiene titulación de la propiedad en la que vive, aunque atraviesa graves problemas de invasiones por parte de ganaderos.

Las otras comunidades que también tienen sus equipos de fútbol como Puerto Esperanza con su club Sport Primavera, o la comunidad Karcha Bahlut, con su equipo 14 de Mayo, están hace años peleando por la restitución de sus tierras ancestrales

Juegan de locales en las tierras que los vio nacer, pero carecen de los títulos de propiedad.

***

DT y Presidente

Mientras el presidente del CCP de Asunción, Juan José Zapag, anunciaba que ya no seguiría en el club como titular después de 9 años, el presidente del otro CCP, Silvano Balbuena, estaba buscando la estrategia táctica para medir al 14 de Mayo, por otra fecha de la Liga Bahianegrense.

Es que don Silvano Balbuena, además de ser el presidente de Capitán Pintura, es también el director técnico del equipo, ya que en el club de los colores verde y blanco no tienen presupuesto para pagar a un entrenador.

El público de Puerto Diana se vuelva a ver los partidos de CCP de Bahía Negra.

Don Silvano es pescador de profesión y sus ratos libres los dedica al CCP. En Bahía Negra, la mayoría de la gente se dedica justamente a la pesca. La ciudad parece un pueblo estancado en el tiempo. No hay industrias, empresas, ni calles asfaltadas.

– “Este año fuimos el único equipo que ya tenía todo, camiseta, short y medias completas para empezar el campeonato” se jacta, sin embargo, don Silvano. Para llegar a este objetivo, el club no pone un peso, pero porque no tiene.

Toda la plata para comprar las camisetas, botines y demás indumentarias, salen de los bolsillos de los propios jugadores, u organizan algún evento como para recaudar fondos. Todo suma.

El fútbol Femenino

Desde el año pasado, la Liga de Bahía Grande incorporó el torneo de mujeres. De los siete equipos que conforman la Liga, cuatro presentaron sus equipos femeninos.

El CCP de Puerto Diana no se quedó atrás y desde el arranque también tiene su propio representante femenino. El año pasado, CCP fue el equipo campeón del primer torneo de mujeres.

-“A las mujeres también nos toca dirigir. Nosotros somos una comunidad unida, que entiende que esto del fútbol es también una forma de defender nuestros espacios” dice don Marciano Barboza.

El equipo de mujeres está cargado de historias, también, con apenas año y medio de haberse formado. Dentro del plantel hay madres e hijas, hermanas – Por ejemplo, las Ortíz, que son cuatro- y por supuesto, ninguna se dedica al fútbol como algo profesional. Todas, al igual que los hombres, deben hacer sus quehaceres diarios y luego, si todavía la luz del día permite, se ponen a entrenar.

Equipo femenino de Capitán Pintura de Puerto Diana. Con ellos, don Silvano Balbuena, DT y presidente de CCP.

En Capitán Pintuar están lejos de contratos millonarios y de empresas que auspician hasta las redes sociales de los clubes de nuestra capital. Aquí la preocupación pasa porque alguien esté a tempranas horas el día del partido en el estadio “13 de Octubre” de Puerto Diana para cobrar las entradas. 

Casi todos los jugadores del CCP de Bahía Negra se dedican a la pesca. Algunos se dedican a la construcción y otros a las “changas”, ya sea trabajando en la comunidad o haciendo servicio de traslado de personas de un pueblo a otro.

Las jugadoras, en cambio, trabajan en la artesanía, aunque también están quienes toman la pesca como un medio para obtener recursos económicos.

Los jugadores y las jugadoras del CCP de Bahía Negra juegan en cancha de tierra, pero no se quejan. No tienen hora de práctica porque no tienen horario fijo de trabajo, entrenan los que pueden y como pueden. Olvidan el cansancio que les causa caminar 7 a 8 kilómetros cada vez que deben salir a jugar de visitante, en caso de inclemencia climática. Con entrar a defender su camiseta son felices. Se olvidan, al menos cuando juegan, que están en una ciudad que se queda aislada con cada lluvia.  

Pero también se permiten un sueño: Conocer un club de Asunción y ver cómo practican, conocer sus instalaciones y saber lo que se siente estar en un club profesional. 

Quieren vivir esta experiencia, porque a pesar de las distancias y las enormes diferencias en cuanto a estructura, estilo y motivaciones, finalmente saben que en este mundo, fútbol hay uno solo.

Polvo y fútbol femenino en el corazón del pantanal paraguayo.

Imagen por defecto
Aldo Benítez

Periodista de La Nación. Amante del mundo del fútbol y las letras. Seguidor del Indio Solari, soñaba jugar un mundial y consagrarse en Primera.

Artículos: 29