Hoy el Sportivo Luqueño escribe la página más importante de su historia a nivel continental, jugando los Cuartos de Final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Paranaense en la ciudad de Curitiba. Siendo el hogar de los hinchas más fanáticos de todo el Paraguay, el equipo que representa a la República de Luque es como un crisol, donde la pasión, los colores, la historia y el fútbol se funden para crear a la institución del Sportivo Luqueño. La historia del Sportivo Luqueño también incluye varios partidos jugados a nivel continental, partidos que marcaron época y dejaron un recuerdo imborrable, tanto alegres como bochornosos, en los anales del club. Estos son algunos de los partidos que hasta hoy dan que hablar entre los hinchas del “Chanchón”.
Debut y triunfo: Sportivo Luqueño – Olimpia, Copa Libertadores 1976
Durante los primeros 15 años de la Copa Libertadores, los cupos paraguayos en la competencia eran dominados por 3 equipos: Olimpia, Cerro Porteño y Guaraní, siendo Libertad el único “colado” entre ese grupo. En 1976 Luqueño rompió esa hegemonía, convirtiéndose en el primer equipo de fuera de Asunción en clasificar a la Copa. Lo habían logrado al salir vicecampeones del campeonato de 1975, con jugadores claves como el portero Gregorio Arce, Franccisco “Pancho” Rivera y Narciso “Chirola” Ferreira. No tuvieron la suerte del campeonato para sus rivales de la Libertadores, ya que tendrían que enfrentar a los equipos brasileños Sao Paulo y Cruzeiro.
Su debut continental se dio el 7 de marzo de 1976 en el Defensores del Chaco, enfrentando al equipo que le arrebató el título el año anterior: Olimpia. El equipo franjeado agradecía a Abraham Zapag, presidente de Cerro Porteño, por prácticamente regalarles jugadores como Hugo Talavera y Pedro Alcides Bareiro. Una curiosidad es que en aquel equipo franjeado también jugaba Eduardo Rivera, el actual técnico de Luqueño. Ante este poderoso equipo debía debutar el auriazul, y no defraudó, dando una muestra de categoría y de carácter, dando vuelta un 2-1 para terminar ganando por 3-2, con goles de Eulalio Cardozo, Orlando Jimenez y Julio Nicolichia.
Este gran debut dio muchas esperanzas al pueblo luqueño, pero terminó siendo un simple oasis en un desierto de derrotas, ya que perderían sus siguientes 5 partidos en aquella Libertadores y tendrían una racha de 12 partidos sin poder ganar en competencias contnentales, recién rompiendo el maleficio en 1993, casi 20 años después.
Tumbando al Cuervo de Boedo: Sportivo Luqueño – San Lorenzo, Copa Conmebol 1993
A comienzos de los 90 el Kure Luque armó un equipo muy competitivo, liderado por el máximo ídolo de la ciudad, Romerito, quien había vuelto para regalarle buen fútbol a los hinchas luqueños. Además del “Tim” también tenían figuras jóvenes como Francisco Ferreira, Julio César Yegros y Francisco “Paco” Esteche y veteranos como Juan Bautista Torales, formando así un frondoso plantel. Con todo ese talento Luqueño iba a disputar la nueva competencia sudamericana, la Copa Conmebol, una especie de Copa UEFA, pero sin presupuesto.
El comienzo en la competencia dio esperanzas al equipo, ganando por primera vez una serie eliminatoria, dejando afuera al Deportivo Español de Argentina. Tras enfrentar a un equipo casi desconocido, en Cuartos de Final les tocaría uno de los 5 grandes del país vecino: San Lorenzo de Almagro, el único de ellos que no había ganado competencias continentales hasta entonces. Para dar aun más color al partido, este se jugaría en el Feliciano Cáceres, con todo el fervor del hincha luqueño como combustible para el equipo.
En plena tarde del 25 de agosto, con los hinchas sentados sobre las laderas, las murallas y los carteles del entonces rústico pero intimidante estadio, comenzó la máxima hazaña luqueña en campeonatos sudamericanos. En todo el partido dominó el equipo local, con la conducción mágica de Romerito, con las subidas rápidas de Yegros y el olfato de gol de Ferreira. Estos 3 jugadores fueron los goleadores del equipo, quienes sellanron un histórico triunfo por 3-0, iniciando una fiesta patronal en la ciudad de Luque, con una algarabía que parecía no tener fin.
Aquella felicidad duró menos de una semana, porque en el partido de vuelta San Lorenzo revirtió el resultado, ganando por 4-1 y finalmente triunfando por penales. Esto empaña un poco aquella histórica victoria, pero aquella felicidad indescriptible siempre quedará viva en el corazón de todos los que pudieron disfrutar de aquel momento entre el polvo del Feliciano Cáceres.
La batalla campal: Sportivo Luqueño – Vitoria, Copa Conmebol 1997
El subcampeonato en el Apertura de 1996 hacía soñar al pueblo Luqueño con una buena actuación en la Copa Conmebol de 1997, buscando una revancha de aquella dura derrota 4 años antes con San Lorenzo. En la primera ronda debían enfrentar al Vitoria brasileño, quienes eran liderados por Túlio, aquel delantero que le convirtió un gol con la mano a Argentina en la Copa América de 1995. Luqueño tenía a jugadores de gran talento en su delantera, el experimentado Alejandro Cano, Nelson “Pesadilla” Duarte y las nuevas esperanzas auriazules, César Cáceres Cañete y Carlos Cecilio Estigarribia, jugadores que les daban seguridad para enfrentar el torneo.
En el partido de ida ya sufrieron un duro golpe al perder 2-0, por lo que debían revertir el resultado en el Feliciano Cáceres el 3 de septiembre. El equipo dirigido por Raúl Vicente Amarilla buscó el gol para tranquilizar al público, que ya estaba nervioso debido al resultado en contra, pero siempre eran detenidos tanto por la defensa rival como por el campo de juego, que parecía más una cantera que una cancha de fútbol. Aquel nerviosismo finalmente explotó a los 38 minutos, gracias a una sola persona: Evaristo García.
En aquel torneo solo dos miembros de la terna arbitral eran extranjeros, por lo que uno de los líneas era local, demostrando así que la Conmebol buscaba ahorrar de cualquier forma. En este caso el línea paraguayo era Evaristo García, quien a los 38 minutos no marcó un offside más grande que la cancha, en una jugada que terminó en penal y gol de Túlio. Con este horror arbitral los hinchas comenzaron a tirar naranjas, piedras y hasta una petaca de caña a la cancha, indignados por aquella jugada. Esto empeoró exponencialmente al terminar el primer tiempo con la expulsión por roja directa de Cáceres Cañete y por el resultado, ya que el Vitoria ganaba por 2-1.
Ya en el segundo tiempo el partido se jugaba bajo una lluvia de proyectiles de la hinchada. Tras dos goles más de los brasileños empezaron a caer cada vez más piedras, una de ellas dando en la cabeza del arquero Ze Carlos, quien fue atendido pero nunca pudo volver al arco debido a todo lo que le tiraban desde la gradería. Ahí el árbitro Sequeira decidió suspender el partido. La batalla campal continuó fuera del estadio, con hinchas corriendo por los techos de las casas aledañas y tirando piedras al micro del Vitoria.
El Pinocho salvador: Sportivo Luqueño – Sao Paulo, Copa Libertadores 2008
El Clausura 2007 fue el momento cumbre para los hinchas luqueños en los últimos años, festejando un campeonato luego de 54 largos años. Este festejo no solo se daba por conquistar el título, sino por volver a clasificar a la Copa Libertadores después de 24 años. En el 2008 debían enfrentar a un grupo difícil, con rivales como el Audax Italiano, Atlético Nacional y el gigante brasileño Sao Paulo. En el primer partido sorprendieron al Audax de visitante, pero luego fueron derrotados por el Atlético Nacional. El siguiente partido era en el Feliciano Cáceres contra el equipo paulista.
El estadio luqueño era una caldera, con casi 20 mil hinchas enfervorecidos disfrutando del primer partido jugado en su cancha por la Libertadores, dando aliento a su equipo para superar al rival de más renombre del grupo. Entre los jugadores del Sao Paulo el más reconocido era Adriano, cuando esto todavía un temible número 9. El partido fue muy peleado, con un Luqueño batallador, que buscaba neutralizar a un rival que destilaba calidad. Finalmente la resistencia luqueña cedió a los 59 minutos, con un cabezazo tremendo de Aloisio que no pudo atajar Enrique “Loco” García.
Sabiendo que una derrota les dejaba casi fuera de la Copa, el equipo de Daniel Lanata fue al frente a conseguir por lo menos un gol para el empate. Pasaban los minutos y el gol todavía no llegaba, por lo que Lanata puso en cancha a un jovencito de 17 años que parecía ser la nueva estrella del club, Adriano “Pinocho” Duarte. A los 91 minutos todo parecía estar perdido para Luqueño, pero la pelota cayó a los pies del talentoso “Willy” Hermosilla a la izquierda del área. Hermosilla enganchó para atras y dio un pase al borde del área, donde estaba “Pinocho”, quien no dudó y sacó un potente remate de tres dedos que tomó una comba endemoniada hacia afuera, alejándose del guante de Rogério Ceni y golpeando el costado de la red.
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Más que un grito de gol fue una explosión, todo el estadio festejando un golazo de un joven de la casa ante una institución histórica. En el partido siguiente casi aguantaron un empate en el Morumbí, pero el otro Adriano les destruyó la ilusión también a los 90 minutos. Una derrota de local con Atlético Nacional aseguró su eliminación, pero no borró el recuerdo de aquel gol agónico de la joven promesa.
Imagen principal: ABC Color