“Un partido de fútbol perfecto termina 0 a 0”, una frase que encapsula lo que muchos piensan que es el fútbol italiano. Obviamente esta frase fue escrita por un italiano, el periodista Gianni Brera, y buscaba expresar el aprecio que sienten los italianos hacia el juego defensivo y el orden táctico.
Esta visión de la selección de Italia se mantiene vigente hasta hoy, a pesar que la misma ha estado cambiando su estilo en los últimos 4 años. Siguiendo el sistema implementado por Cesare Prandelli, la Azzurra intenta dejar atrás la desastrosa campaña del Mundial de Sudáfrica y volver a triunfar en el ámbito internacional.
Historia
Como todos saben, Italia es uno de los equipos más exitosos en la historia de los mundiales. Han salido campeones en 1934, 1938 (ambos ayudados en parte por el manto protector del gobierno fascista de Mussolini), 1982 y 2006 y subcampeones en 1970 y 1994, donde perdieron contra el único equipo más ganador que ellos: Brasil. Probablemente el triunfo más recordado sea el de 1982, en el cual eliminaron a la selección brasileña que hasta ahora es considerada como la más representativa del “jogo bonito”, gracias a la explosión goleadora de Paolo Rossi. En la final vencieron a la Alemania de Karl Heinz Rummenigge por 3 a 1 y se dio uno de los festejos más emocionantes de los mundiales; el de Marco Tardelli
Italia siempre es considerada como la selección que representa la forma defensiva de ganar una Copa del Mundo, teniendo al Catenaccio como su manifestación táctica. Desde ese entonces ya no eran apreciados por gran parte del público, porque veían el sistema como un libro de ecuaciones matemáticas: útil, pero aburrido al extremo. Este sistema, posteriormente llamado “Zona Mista”, tomó mayor relevancia luego del triunfo en 1982 y coincidentemente Italia 90 fue la consagración de este estilo, hasta ahora considerado el peor de todos los Mundiales. Irónicamente, Italia fue eliminada en las semifinales de su propio Mundial contra un equipo especulador y defensivo: Argentina.
Además de su fama por ser defensivos, también han estado involucrados en varios momentos violentos en los Mundiales, los más reconocidos siendo “La batalla de Santiago” contra Chile en 1962 (mención especial a la patada más criminal de todas las Copas del Mundo en 2:10), el codazo de Mauro Tassotti a Luis Enrique y el cabezazo de Zinedine Zidane a Marco Materazzi.
Tras la tremenda decepción del Mundial 2010, donde se eliminaron en fase de grupos por primera vez desde 1974 (en parte gracias a nuestra querida Albirroja y aquel cabezazo de Antolín Alcaraz), Italia ha logrado surgir con Prandelli, y bajo su dirección llegaron a la final de la Eurocopa 2012 y lograron la clasificación a Brasil sin sufrir derrotas. El único problema fue que empataron sus últimos 2 partidos de la ronda clasificatoria, por lo tanto bajaron en el inentendible ranking FIFA y perdieron la oportunidad de ser cabeza de serie. Por esta razón fueron sorteados en uno de los grupos más difíciles, junto a Inglaterra y Uruguay (Costa Rica es la víctima del grupo).
Técnico
Cesare Prandelli ha iniciado un proceso de cambio radical desde que asumió la dirección del equipo en 2010. Tuvo un paso muy destacado por Fiorentina, siempre mostrando un estilo de ataque que gustaba a los fanáticos. Aparte de tener un don con las tácticas es respetado por los jugadores, casi como un padre. Al igual que un padre, la disciplina es fundamental para él, y deja afuera a de convocatorias a jugadores que tienen faltas disciplinarias en sus clubes.
Táctica
La dirección que ha tomado Italia bajo Prandelli es la opuesta a la que el público conoce (y casi siempre odia) sobre el estilo de juego de la Azzurra. En lugar de destacarse por la solidez defensiva y el planteamiento cauteloso basado en el contraataque (aburridooooo), se ha implementado un esquema agresivo, de presión y ataque constante. Este sistema ha permitido que conviertan un promedio de 2 goles por partido. Normalmente utiliza un 4-3-3, con un pivote en el medio y un centro-delantero como eje, pero también ha adaptado el sistema a un 3-5-2 al enfrentarse a equipos que tienen mejor control de balón, como España.
Plantel
En el arco tienen como garantía al interminable Gianluigi Buffon (Juventus), quien busca jugar todo este Mundial tras haberse perdido prácticamente todos los partidos en 2010 debido a una lesión. La línea defensiva está compuesta por Ignazio Abate y Mattia De Sciglio (AC Milan) por los costados y el resto por el trío de la Juventus: Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini. Chiellini es el mejor defensa, busca anticiparse y siempre va al cruce. El que cumple el sueño de los argentinos de tener un argentino campeón en otra selección es Gabriel Paletta (Parma)
Delante de ellos se ubica el distribuidor y jugador fundamental del medio: Andrea Pirlo (Juventus). A pesar de estar en una edad donde la mayoría de los futbolistas solo pueden jugar en las canchitas de su barrio, Pirlo ha levantado su nivel en Juventus y ahora ha vuelto a ser el jugador que maneja los tiempos del equipo y distribuye la pelota de la mejor manera posible.
Junto a él está Daniele De Rossi, quien realiza el trabajo más sacrificado del mediocampo, a veces hasta con excesiva vehemencia, como lo sufrió Brian McBride en el Mundial 2006. Después de la fractura de tibia que sufrió Riccardo Montolivo (en uno de esos amistosos al pedo), Claudio Marchisio (Juventus), Thiago Motta o Marco Verrati (PSG) son los que tienen la obligación de cubrir su lugar en el medio campo.
La zona de ataque está enfocada en el jugador más polémico y particular de los últimos tiempos: el gran Mario Balotelli (AC Milan). Más conocido por sus andanzas fuera de la cancha, como incendiar su baño con fuegos artificiales, tirar dardos a otros jugadores del Manchester City, correr su Ferrari en una pista de Karting, e incontables otras. Sus actuaciones dentro de la cancha también han dado que hablar, especialmente con la selección, donde parece que Prandelli le pone los puntos y le tranquiliza un poco. Con su velocidad, temperamento y capacidad de definición es el jugador indispensable para que Italia llegue lejos en la copa o será el que cause que se eliminen antes.
Junto a él en el ataque tiene a la dupla del Torino, el mediopunta Alessio Cerci y Ciro Immobile, cuyo estilo de juego es totalmente contrario a su apellido. La gran sorpresa fue la convocatoria del ya veterano Antonio Cassano (Parma), con casi 20 años de problemas e historias de todo tipo en su carrera, como por ejemplo que sus compañeros tenían que pararle para que no use sus camas como baños como joda.
Perfil del hincha
Italia siempre tiene un gran número de hinchas que les brindan un apoyo ruidoso, tanto de su propio país como otros que han sido atraídos por su éxito. Muchos van al estadio esperando que aparezcan las novias o esposas de los jugadores italianos, ya que ellas siempre figuran en las listas de las mujeres más bellas del mundo, al igual que las chicas que van a ver a los supuestos sex symbols que son los jugadores tanos. Al ser el mundial en Brasil, es probable que aparezca el rey de las fiestas Bunga Bunga, Silvio Berlusconi, quien no desperdiciará ninguna de las (modelos) playas existentes en el vecino país. Un periodista/hincha que espera un buen Mundial es Tiziano Crudeli, por el bien de su salud no se puede repetir una situación como la de Sudáfrica:
También pueden adherirse los plomeros, fanáticos de El Padrino y la Cosa Nostra, los seguidores de las tendencias de la Alta Costura en Milán, los amantes de la inestabilidad política y fanáticos de los cantantes con voces nasales. Alguien que seguramente no estará a su favor es Diego Maradona, repitiendo la misma frase que utilizó en la final de 1990.
Conclusión
La suerte no ha estado del lado de Italia para este Mundial. Son parte de un grupo con equipos luchadores y de gran orgullo propio, han tenido mala suerte con lesiones a jugadores importantes y se encuentran yendo en contra del estilo que los ha marcado por décadas y que les ha traído tanto éxito en las últimas décadas. Para algunos podrá ser un sacrilegio dejar de lado aquello que te identifica, pero en realidad los grandes equipos son los que se adaptan a las circunstancias que enfrentan, siempre con la mirada en obtener un título más, un logro más, una historia más. Veremos si es que esta adaptación es la lectura correcta para que puedan retomar el camino de la gloria y del reconocimiento.