Todo niño futbolero que creció en los 80’s y 90’s tiene impregnado en su ADN a los Super Campeones y todo el universo que lo componía. Entre estos recuerdos, uno de los más imitados en cada canchita sin dudas eran los tiros especiales, desde el Tiro del Tigre de Steve Hyuga hasta el Tiro de Remate de Oliver Atom. Trasladar estos tiros a la realidad siempre pareció algo imposible e irreal, pero en un partido de Eliminatorias el espíritu de Super Campeones apareció en la cancha, en la forma de Edgar “Pájaro” Benitez y Óscar “Tacuara” Cardozo (quién diría, ambos en Libertad hoy día), quienes convirtieron ante Perú un gol casi idéntico al “Tiro doble” de Oliver y Tom Misaki.
El arco imbatible
Paraguay y Perú llegaban con realidades opuestas al partido de la décima fecha de las Eliminatorias para Sudáfrica 2010. La Albirroja estaba en la punta de la tabla sumando 20 puntos – qué tiempos aquellos! – mientras que Perú peleaba por no quedar colero, solo sumando 7 puntos. Los incaicos necesitaban imperiosamente de un triunfo para no quedar sin chances con la mitad del torneo aún por disputarse.
La selección del Tata Martino había demostrado gran fútbol en sus primeros partidos, pero hacia el final de la primera vuelta el sistema ya no tenía la misma efectividad. Por esta razón el Tata buscó poner un equipo más cauteloso para asegurar los puntos de local. Esto permitió a los peruanos, liderados por el experimentado Nolberto Solano, tener el control del balón y dominar las acciones en el primer tiempo, relegando a los paraguayos a su vieja arma, el pelotazo.
En el segundo tiempo la Albirroja descubrió, la antes desconocida idea, que atacar al rival puede llevar al gol de la victoria. Dejaron de lado esa mentalidad de refugiarse atrás y fueron hacia el arco peruano, pero allí se encontraron con Leao Butrón. El arquero del Universidad de San Martín se convirtió en figura, atajando todos los ataques paraguayos y frustrando a los delanteros.
El doble zurdazo
Dando una idea de lo que estaba por venir, a los 61 minutos ingresaron juntos Oscar Cardozo y Edgar Benitez. Ninguno de ellos se destacaba por su capacidad goleadora en la selección, especialmente Tacuara, quien cada vez era más resistido por la gente por ser goleador infalible en el Benfica, pero sin poder mostrar esa misma faceta con la camiseta de su selección. En ese momento el doble cambio parecía una movida desesperada, como si Martino ya no tuviese ideas de cómo llegar al gol de la victoria.
Tras varios minutos de ataque incesante, el equipo paraguayo tuvo un corner a favor a los 81 minutos, un recurso que siempre hacía temblar a los rivales. A pesar que el centro no fue bueno, el pánico de la defensa rojiblanca era palpable. No podían despejar la pelota, que era disputada por cada jugador paraguayo en el área. En un momento el balón cae desde fuera del área y es anticipada por Cardozo, quien queda mano a mano con Butrón, con la oportunidad perfecta para hacer festejar a todo el Defensores del Chaco.
Mientras Tacuara llevaba la zurda hacia atrás para descargar toda su potencia por el balón, desde el costado aparece a toda velocidad el Pájaro Benitez, también preparando la zurda para ajusticiar al arquero rival. Con una precisión que no se podría lograr si se volviera a repetir la jugada cien veces, ambos tocan la pelota al mismo tiempo. A diferencia del tiro de Oliver y Tom, este no hizo una espiral indescifrable, sino que fue con potencia directo hacia la red.
Casi incrédulos, Tacuara y Pájaro festejaron el gol como si fuera suyo. A los hinchas poco le importaba saber quien había convertido, estábamos muy ocupados descargando toda su euforia en un grito contenido de gol. Aquel tanto fue suficiente para lograr 3 puntos más, que serían vitales para poder clasificar con comodidad al Mundial y para dejar definitivamente fuera a los peruanos, quienes serían solamente un relleno para las fechas restantes.
Al terminar el partido la gran pregunta era: quién convirtió el gol? El Pájaro dijo que él impactó la pelota primero y que Tacuara le pateó el pie, mientras que Cardozo dijo que era un gol a lo Super Campeones, 50% para cada uno. Finalmente la FIFA terminó dando el gol a Cardozo, pero en el corazón de cada hincha albirrojo aquel gol quedó en el recuerdo como el único gol convertio por dos jugadores en la historia de la selección.