Tras una recomendación que realizó vía Twitter, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Héctor Blanco para la edición radial durante un partido de ex alumnos de su colegio entre tantos partidos que juega todos los días.
Martes, día de Cancha Chica Radio, y también un día entre tantos otros en el que Héctor Blanco se prepara para jugar en un torneo de ex alumnos, luego de un intenso día laboral. Gracias a un tweet, decidimos hablar con él para una nota distinta de la que tenía en esos días de jugador profesional. Aquí, una síntesis de sus palabras, pero mejor escuchálo en la nota completa.
Inicios
Blanco recordó que se inició como tantos otros mita’ís tratando de jugar en una canchita de la plaza del barrio Ysaty de Asunción, donde un amigo que sabía de su fanatismo por Cerro Porteño lo llevó a “Cicloncito”, las inferiores del club azulgrana en el año 1986. Para el año siguiente llegó a ser pasapelotas durante una de las grandes temporadas de Cerro. Tras formarse en la categoría Precadetes y luego en Cadetes, quedó liberado y pasó al Colegiales de Juan Desiderio Zacarías. Con 19 años probó en Huracán de Argentina para la Primera, en la que quedó por 2 años para luego volver al club que lo vio desarrollarse.
Recuerdos de la gente
Las redes sociales nos han conectado de una manera única, y en el caso de Héctor, él lo vive de una manera gratificante, ya que mucha gente se puso en contacto para recordarle fotografías, videos, memorias y también acercar su historia a las generaciones que no lo vieron jugar. “Esto me hace sentir muy bien, recordar mi pasado como futbolista profesional”, comentó en #CChRadio.
Peinados
Blanco es muy recordado por sus extravagantes peinados, que surgieron en Cali, Colombia, mientras esperaban jugar un partido de vuelta de octavos de final con el América de Cali en 1998. Para ganar tiempo en los tres días previos al encuentro, fueron con Paulo Da Silva y Fabián “Tyson” Caballero a una peluquería, donde Blanco pidió que lo tiñan el pelo. El partido fue muy bueno y Héctor decidió mantenerlo, ya como una insignia personal.
Baldosero
“Pasa que yo en Huracán era muy chico y jugué poco ahí, la verdad que eso de Baldoseros me liquida siempre. Hubo un partido en el que jugaba el Vélez de Chilavert y nos fue un desastre, yo le estiré a Chilavert, choqué con un contrario que se lesionó, pero para mí no tiene trascendencia”, dijo Blanco cuando le preguntamos si sabía que estaba en la temible categoría de “Baldoseros” de la página argentina En Una Baldosa.
Tata Martino
No todo fue Cerro Cerro y Cerro en esta nota. Héctor Blanco también recordó su paso por el Club Libertad, donde estuvo en la primera campaña de Gerardo “Tata” Martino como DT en el 2001 donde salieron campeones. “Tuve la suerte de estar con él, de conocerlo. Es un tipo que no te dice nada del otro mundo, es simple y el jugador cree mucho en él, esa es su mayor virtud”.
Actualidad
Blanco sigue ligado todos los días al fútbol, sea jugando con ex compañeros, yendo a la cancha y trabajando con su ex representante, el empresario Pedro Aldave, supervisándolo en la parte de inferiores de Cerro Porteño. Además, es propietario de una pizzería sobre la Avenida Boggiani en la capital.
Cuando se trata de reencuentros, Blanco y los perros suelen juntarse en la canchita de Delio Toledo en la ciudad de Fernando de la Mora, donde también frecuentan grandes ex jugadores como Guido Alvarenga, J.J. Meza, Aldo Bobadilla, Danilo Aceval entre otros, entre asados y cervecitas de por medio para mantener una buena relación.