Venezuela vive horas demasiadas agitadas. El torbellino político que pone en jaque al régimen de Nicolás Maduro tiene como testigo a un futbolista paraguayo que este año fue a continuar su carrera en el país caribeño. Lorenzo “Tito” Frutos habla con Cancha Chica sobre cómo es el fútbol en un país que vive el día a día al borde del estallido social.
Las protestas en las calles de Caracas, la capital venezolana, arrancaron el pasado lunes y encontró su punto álgido el miércoles último cuando el jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente interino. Con esto, Guaidó – un líder político que fue ganando terreno en la oposición venezolana en los últimos años debido a que todos los otros opositores terminaron en la cárcel o exiliados – desconoció directamente al gobierno de Nicolás Maduro y el país quedó dividido.
Las calles
La gente salió a las calles. Ya no solamente fue Caracas el epicentro, sino que las ciudades más importantes del país también albergaron protestas. Hasta ayer, el número de muertos debido a la represión ordenada por el gobierno de Maduro llegó a 26 y hay más de 300 detenidos. Pero las marchas y protestas siguen.
El pasado 5 de enero, cuando Lorenzo Rodrigo Frutos (29 años), más conocido como “Tito”, llegó a Venezuela, la situación no estaba tan caldeada, pero la cuestión política ya era difícil.
No obstante, Tito se animó y no tuvo mayores dudas cuando le hablaron de ir a jugar para el Deportivo Lara, un equipo que milita en la primera categoría del fútbol venezolano y que este año disputa la Copa Libertadores de América.
“Estuve por Mérida y San Cristóbal durante dos semanas haciendo la pretemporada. Desde esta semana ya estamos de vuelta en Barquisimeto” cuenta Tito Frutos. Barquisimeto es la capital del departamento de Lara, una localidad ubicada a 350 kilómetros de Caracas en donde la situación no llegó al nivel de turbulencia que se tiene en la capital, pero en donde igual la tensión se siente.
Junto a Frutos están también otros dos conocidos de nuestro fútbol; Marcos Miers, defensor de Nacional y otros equipos y David Mendoza, experimentado lateral que estuvo en varios instituciones de nuestro fútbol en los últimos años.
Si bien hasta ahora el mundo del deporte todavía se mantiene un tanto alejado de los incidentes a nivel político y social, algunos actores deportivos ya han dado a conocer su voz de protesta.
El miércoles de noche se jugó la segunda final entre los equipos de Cardenales de Lara y los Leones de Caracas por la liga profesional de Béisbol. En principio, los Leones se habían negado a jugar por las protestas, pero el encuentro se disputó finalmente con victoria del equipo capitalino.
Unos 11.600 aficionados acudieron al estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Lara, uno de los aforos más grandes que tiene Venezuela para el béisbol, y el público cantó toda la noche… pero contra el gobierno. Por más que el deporte no se una oficialmente, la gente busca cualquier momento para hacerse escuchar.
El deporte es una de las únicas alegrías para un pueblo que sufre los embates del hambre como Venezuela. Si bien el béisbol es el deporte por excelencia, el fútbol logró ganarse muchos adeptos en los últimos años y las selecciones menores de Venezuela dejaron de ser las más “ganables” como se tenía en las competencias internacionales anteriormente. Una muestra de ello es la reciente clasificación de la selección sub 20 venezolana para el hexagonal final del sudamericano que se disputa en Chile.
“Acá le dan mucha importancia, todo el país está pendiente de su selección sub 20. Se nota que hace años están haciendo bien las cosas en los clubes con sus inferiores. Tienen jugadores que juegan en el exterior y los demás todos de Primera, entre ellos hay 2 jugadores de mi equipo en la selección, que son titulares y muy buenos” expone Tito sobre cómo encaran los venezolanos ahora sus seleccionados.
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Tito Frutos jugó la última temporada en Independiente de Campo Grande en nuestro fútbol. Se inició en Sol de América y en su debut, cuando tenía 18 años, hizo dos goles. Fue victoria frente al Pettirossi en el 2008. De aquella tarde pasaron 11 años. Tiempo en que el Frutos soportó dos lesiones muy graves de los que logró reponerse con mucho esfuerzo.
Si bien su objetivo siempre fue volver a las canchas, no dejó de lado sus estudios. Tito es licenciado en administración de empresas, pero su lugar en el mundo está en una cancha de fútbol.
Este paso por Lara será su segunda experiencia en el extranjero. En el 2017 estuvo en El Salvador, en donde jugó para el Santa Tecla y se consolidó como goleador del equipo y del torneo. En El Salvador se consagró campeón y luego volvió a Paraguay. Dejó grandes recuerdos y buenos amigos, algo que es uno de los mayores triunfos que tiene en el fútbol; la amistad.
Tito, que no deja de tener en cuenta lo que pasa social y políticamente en Venezuela, sin embargo se concentra en lo suyo; jugar al fútbol.
Pero este domingo, el Deportivo Lara no podrá alistar a su refuerzo para el arranque del torneo. Pasa que Tito aún no tiene su visa laboral. Este documento es necesario para poder jugar profesionalmente en el campeonato venezolano. La primera fecha le pone a Lara frente al Caracas, uno de los equipos más fuertes del torneo.
“Lastimosamente no voy a poder jugar todavía, por un tema de Visa laboral que todavía no nos pueden sacar a los extranjeros. Por el momento somos 3 extranjeros, dos paraguayos y un argentino” cuenta Tito.
Con respecto a Lara, Tito se muestra optimista. “Mi equipo súper bien. Nosotros tratando de adaptarnos lo más rápido posible y los compañeros nos recibieron de manera excelente, buenísima gente. Ahora estamos enfocados y motivados ya para lo que va a ser el torneo y la Copa Libertadores”, dice el delantero.
En efecto, lo de la Copa Libertadores resulta todo un reto para Lara y su gente. El debut está marcado para el 07 de marzo próximo ante el Cruzeiro de Brasil. Suena a lindo desafío para Tito y su equipo. Lara integra el grupo B de la Copa, que completan Emelec de Ecuador y Huracán de Argentina.
Manejarse con tarjeta
Los números que manejan organizaciones mundiales sobre la situación económica de Venezuela son aterradores. Para el 2019, el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una inflación (el aumento de precios de la canasta básica y servicios) de 10 millones por ciento. Sí, como leyó, 10 millones por ciento. Algo sin precedentes en la historia económica de latinoamérica.
Durante 2018, la inflación llegó a 1.37 millones por ciento. Los venezolanos dejaron de hablar de inflación para pasar a la “hiperinflación”. Esta situación que aumenta mes a mes y que hace que el dinero local, los bolívares, cada día tenga menos fuerza.
“Acá más te manejas con tarjeta, “puntos” le llaman ellos. Sería como una tarjeta de débito que te sirve para algunas compras, porque si no, andás con muchísimos billetes en mano y es un quilombo” explica Tito.
Con relación a la inseguridad, Tito se muestra tranquilo. Habla de que como todas las ciudades de nuestra región, tiene sus zonas peligrosas y otras no. Pero dice que, por recomendación del club, por las noches generalmente no sale o no se mueve solo.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP) de México, una organización que estudia el nivel de violencia, Caracas ocupa el segundo lugar con un total de 3.387 homicidios. Esto equivale a una tasa de 111.19 por cada cien mil habitantes. El primer lugar, hasta el 2018, lo ocupaba la ciudad de México.
“Lastimosamente veo las necesidades y la incertidumbre que está viviendo la gente de acá y obviamente no se le desea a nadie. Pero la esperanza es lo último que se pierde y están peleando por el bien del país más unidos que nunca” expone finalmente Tito Frutos.
Venezuela vive tiempos turbulentos. La gente se levantó y exige aires de libertad. Venezuela es hoy un país que exige que termine el alargue insoportable de este partido de Maduro.