Tras la eliminación de Uruguay a manos de Colombia en los cuartos de Final del Mundial de Brasil, queda todavía por hablar un poquito de la historia de la selección uruguaya en los Mundiales. Esto, más allá de que el tema recurrente de ahora sea lo que hizo -y luego le pasó- a Suarez, con una suspensión que prácticamente lo deja fuera de toda competencia para el resto de este año.
En este texto, hablamos un poco acerca de la historia que encierra las 4 estrellas que tiene la camiseta de la selección uruguaya.
Como es bien conocido, por cada Campeonato Mundial obtenido, la FIFA coloca una estrella sobre el escudo del país vencedor. Por ejemplo, Brasil cuenta con 5 estrellas, Italia 4, Alemania 3, Argentina 2, Inglaterra, Francia y España, 1. Todo esto está mas que claro, con una sola excepción, que es la de Uruguay.
¿Por qué Uruguay tiene 4 estrellas en su escudo cuando solo ha ganado dos mundiales?
Para explicar esto, tenemos que remontarnos a la fundación de la FIFA, allá por 1904. En ese entonces, el objetivo de los directivos era el de organizar un torneo internacional de selecciones nacionales. Pero en aquellos días, donde el “football” no tenía el flujo financiero astronómico de nuestro tiempo, la FIFA no tenía la solidez suficiente como para organizar un torneo de esta envergadura.
Así que, en los esfuerzos de concretar ese sueño, FIFA comenzó a organizar, apoyándose en el Comité Olímpico Internacional, torneos amateurs de fútbol dentro de las Olimpiadas de 1916 (que no se terminaría haciendo) y de 1920, en Amberes, con la participación exclusiva de escuadras europeas.
Para 1924, en París, empieza a desarrollarse lo que sería el Campeonato Mundial. Para ese entonces se contaría con la participación de 22 equipos, entre los que estaría Uruguay, una selección desconocida que había sido invitada luego de la exitosa gira del Club Nacional de Montevideo en Europa.
Luego de sorprender a Yugoslavia con un 7-0, Uruguay pasaría a las siguientes rondas despachando en cada fase hasta golear, en la final, a Suiza, por 3-0. Aquel día, los jugadores, al finalizar el encuentro, dieron una vuelta alrededor de la cancha para saludar a los 60 mil asistentes del Estadio Colombes. Así nació un símbolo del festejo de un campeonato: “La vuelta olímpica”
En 1928, con unas nuevas Olimpiadas, esta vez en Amsterdam, la FIFA proseguiría con su experimento. Con Uruguay vendrían Argentina y Chile como representantes sudamericanos. En un torneo compuesto de 17 selecciones, Uruguay terminaba nuevamente en la final, disputando el título contra Argentina, siendo esta la primera final sudamericana de la historia.
En el primer partido empataron 1-1, y como en ese entonces no existían ni penales ni alargue ni gol de oro, 3 días después volvieron a disputar un segundo partido, donde La Celeste ganó 2-1. Este fue el último torneo de fútbol olímpico con participación de la FIFA, y con jugadores profesionales. Al año siguiente, en 1929, se decidiría la creación de una Copa del Mundo exclusiva de la organización y recaería en Uruguay, por unanimidad debido a su condición de bicampeón, la organización del primer Mundial de Fútbol, en 1930.
Es por eso que la FIFA solo reconoce a esas dos Olimpiadas, la de 1924 y 1928, como títulos mundiales, porque fueron los únicos en los que de verdad se podían considerar que participaba selecciones de diferentes continentes con jugadores profesionales (para su época). Y así, Uruguay tiene el mérito de ser tetracampeón.
Lógicamente, desde ese entonces, las estrellas de los campeones olímpicos ya no se suman a las de las Copas del Mundo porque se considera que la cita mundialista como la única encargada de dictaminar cual es la mejor selección.
Post de Maxi Manzoni, Un uruguayo que vive en Paraguay y que es Blogger en @ElSenaladorblog y #DivagueMaximus. Escribe monólogos ad honorem, según se define y es un teórico del fútbol. Uno más de CCH.
