Sergio Díaz tiene 18 años y apunta a convertirse en la próxima gran figura del fútbol paraguayo. Apenas 70 partidos en Primera y 16 goles le bastaron para ser transferido en forma directa de Cerro Porteño al Real Madrid.
El 27 de junio de 2014 puede quedar en la historia del fútbol paraguayo. Ese día, con la Nº 31 en la espalda, ingresó al campo de juego de la Olla Azulgrana Sergio Ismael Díaz Velázquez, de apenas 16 años. El jugador reemplazó a los 84 minutos a Guillermo Beltrán, en el último partido del torneo Apertura 2014 que Cerro ganó 2 a 1 a General Díaz.
Exactamente un año y 11 meses de su debut, Sergio Díaz es presentado como nuevo jugador del Real Madrid de España. En principio, para el plantel del Madrid de Castilla -la filial del Madrid principal- pero se sabe que se trata de un proceso que utiliza siempre este poderoso club con los jugadores jóvenes. No llegó ni a completar dos años jugando en la Primera de Cerro Porteño, “el niño”.
Cuando Leonardo Astrada se hizo cargo, como Director Técnico, de un Cerro Porteño en llamas, en agosto de 2014, asumía apenas cuatro días antes de enfrentar un partido clásico ante Olimpia. Todos entendieron que lo lógico hubiese sido que dirigiera ese partido Roberto Torres, el DT interino que quedó a cargo del equipo tras la salida de Francisco “Chiqui” Arce. Sin embargo, “El jefe” decidió dirigir y parecía estar muy seguro de una sola cuestión desde que retornó a Barrio Obrero (había estado antes en la temporada 2011); Sergio Díaz, el chico que en ese entonces tenía 16 años, iba a ser titular en su equipo.
Díaz demostró que era distinto desde aquel momento. Si bien su debut oficial en Primera lo hizo con el Chiqui Arce, fue con Astrada que el “Chico” Díaz se ganó la titularidad en el equipo principal de Cerro y en aquel partido contra Olimpia demostró que la apuesta en él no fue en vano.
¿Una reglamentación que favoreció al chico?
Desde el 2014, la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) establecía un nuevo reglamento: todos los equipos de Primera División estaban obligados a incorporar un jugador sub 20 en el equipo titular. En su espíritu, la normativa buscaba “dar oportunidad” a los jóvenes, pero muchos equipos ponían a sus futbolistas de 19 años o menos y los cambiaban a los 10 minutos. Varios de los chicos, frustrados por esta situación, ya no aparecieron en siguientes encuentros.
La reglamentación, que parecía una cuestión complicada para los directores técnicos –en el caso de Cerro, Arce probó con varios juveniles que no pudieron consolidarse- dejó de ser problema para Astrada con la aparición de Díaz, que vino a matar dos pájaros de un tiro: cumplir la normativa y darle a la delantera de Cerro magia y varios goles.
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Sergio Díaz muestra cosas de los elegidos. En el 2013, fue elegido el mejor jugador sub 15 por la APF. Su primer gol en Primera, contra Nacional, en el Clausura 2014, de cabeza a pesar de sus 1 metro setenta, lo convirtió en el futbolista más joven en la historia de Cerro Porteño en convertir en Primera División, superando por varios meses a Alejandro Da Silva. Con su gol contra Bolivia en el sudamericano Sub 20 de 2015 se convirtió igualmente en el jugador más joven en marcar dentro de este certamen. En agosto de 2015 hizo su primer gol ante Olimpia, lo que lo convirtió igualmente en el jugador más joven de la historia en el fútbol paraguayo en anotar en un superclásico. En el reciente torneo “Esperanza” de Toulón, jugando para la selección paraguaya, fue elegido la revelación del torneo e integró el equipo ideal del campeonato.
Palmarés de un chico que todavía no toca techo, pero que debe tener el acompañamiento emocional para que esta situación no lo supere. Los flashes, las notas, los reportajes y todo lo que conlleva estar en Cerro y de ahí dar este salto tan grande, conlleva un montón de cosas para un joven que a los 16 años dejó de tener vida privada. Un chico que a los 16 años ya aguantó críticas. Un chico que a los 16 años no solamente entendió que lo suyo no solamente es entrar a la cancha y divertirse, sino que además es entender cuestiones técnicas y tácticas, además de la presión de jugar en el popular club de barrio Obrero.
Con un promedio de 30 goles por campeonato, a Díaz le bastaron cinco años en las inferiores de Cerro para llamar la atención de directivos y de los entrenadores de la Primera. Fue Francisco Arce que a finales de 2013 lo convocó para integrar el plantel principal y sumarse a las tareas de la Pretemporada. Tenía, en ese entonces, 15 años.Si bien sus primeros números no aparentan extraordinarios -en el Clausura 2014 tuvo 20 partidos e hizo 8 goles, siendo uno de los goleadores del equipo- los fanáticos de Cerro se ilusionaron con lo que Sergio podía dar dentro de la cancha a partir de entonces.
En sus primeros meses con el plantel de Primera, contra el 3 de Febrero, en uno de los partidos jugados en la Olla de Cerro Porteño, Díaz mostró uno de sus mejores repertorios. Dos goles de gran calidad y un par de habilitaciones que demostraron su genialidad. El “Chico” Díaz, como se lo conoce también, juega como crack. Tiene el estilo y la definición de quien sabe. Es el jugador que tiene condiciones innatas, al que solo le falta ir puliendo otras cosas y contenerlo para que “no se la crea” y acabe como otros proyectos de futbolistas que terminaron grises y sin consolidarse.
Contra Olimpia siempre se destacó en los partidos que pudo jugar. Aquella jugada con el túnel a Rolón que derivó posteriormente en la falta penal para el gol de Fabbro, la definición suave por el costado ante la salida de un desesperado Campestrini -gol que lo convirtió en el jugador más joven en la historia en convertir en los supercláscios- y aquella fantástica jugada en la que deja atrás a varios jugadores del Olimpia en Ciudad del Este, dejan en claro que tampoco le pesaba los partidos calientes.
Díaz muestra personalidad para moverse en cancha y también fuera de ella. Fue justamente esa característica la que llamó la atención del cuerpo técnico de Astrada. Lo definió con certeza Hernán Díaz. “Lo que más nos sorprendió de Sergio fue su personalidad. En los entrenamientos y en los partidos, siempre se muestra para jugar y encarar”, dijo el ayudante técnico del “jefe”.
Un rebelde dentro y fuera de la cancha
Al igual que muchos grandes jugadores, Díaz genera alguna especie de amor-odio entre sus propios compañeros. Ese magnetismo propio de quien inspira revoluciones ajenas, fuera y dentro del campo de juego.
El 24 de noviembre de 2014, Cerro se jugaba la punta en Luque. El partido fue ampliamente favorable al Ciclón, pero no pudo concretar las varias oportunidades que tuvo para marcar. Uno de los que tuvo las chances más claras fue Díaz, cuyos remates fueron detenidos por un inspirado Rodolfo Rodríguez, arquero luqueño. Cerro Porteño perdió el encuentro y dejó a merced de Libertad el título de campeón de ese torneo. Incluso, circuló la versión que tras ese partido, algunos jugadores del plantel recriminaron muy fuerte a Díaz, principalmente por una de las jugadas, en la que tenía otros compañeros, mejor ubicados, a quienes pasar el balón. De hecho, se dijo que Fidencio Oviedo lo agarró del cuello e increpó duramente. El “Chico” habló luego en radio y señaló que “por algo me hicieron lo que me hicieron en vestuario, sirve para aprender”, como admitiendo que existió ese altercado. Todos desmintieron la situación física, pero tiempo después, Oviedo señaló a una emisora local que Díaz es un “retobado” (desobediente, caprichoso). La declaración de Oviedo no cayó bien en la dirigencia ni en el cuerpo técnico de Cerro, probablemente por aquello de que las ropas sucias se lavan en casa, y Fidencio por esa “infidencia” se perdió el primer partido del Apertura 2015.
Con la Albirroja sub 20, Díaz jugó el primer partido contra Bolivia en el Sudamericano de Uruguay de 2015, hizo un gol y fue cambiado en el segundo tiempo. Salió fastidiado. En el segundo partido, ya no lo hicieron jugar. Le preguntaron en una radio local cómo se sentía y Sergio no anduvo con vueltas. Cuestionó abierta y públicamente a Víctor Genes, el técnico, por mantener supuestos privilegios con algunos jugadores. Por cierto, esta fue una selección en donde Díaz no pudo mostrarse, al igual que el resto del equipo. El “Chico” fue asimilado y diluido por un esquema insufrible del DT, que terminó dejando sin pena ni gloria a la selección menor paraguaya (Albirrojita) y con la mancha del empate con tufo a arreglo con Perú para clasificar al Hexagonal del campeonato.
En el último campeonato “Esperanzas de Toulon”, un torneo entre jugadores menores de 21 años que sirve directamente para promocionar chicos, Díaz fue con la selección paraguaya y estuvo en su mejor momento. Fue elegido la revelación del torneo, hizo tres goles y quedó en el equipo ideal.
Algunos afirman que este torneo sirvió para que Real Madrid defina llevarlo. Sin embargo, el club merengue lo venía siguiendo desde hace tiempo. Así lo confirmaron los padres del pibe e incluso su propio empresario, Jane Delmás, quien venía desde hace meses, en conversaciones con los emisarios de Real.
Entre el Ñanduti y los goles: Una humilde familia de Itauguá
El hoy jugador del Real Madrid proviene de una familia modesta de Itauguá. Nació, justamente, en la ciudad del Ñanduti, el 5 de marzo de 1998. Sergio creció con las necesidades y comodidades normales de una familia humilde del área metropolitana, en medio de su escuela y práctica de fútbol. Empezó a darle a la pelota en la escuela de fútbol del club Tacuary, en donde estuvo dos años y ya mostraba cosas diferentes. Recuerdan familiares y ex directores técnicos, que en el último torneo que jugó por Tacuary, en la categoría de 10 años, el “Chico” hizo 24 goles olímpicos y 45 goles “normales”. Ya no estaba para jugar con niños de su misma edad. Pronto, uno de los ojeadores de talento, que abundan en la actualidad, lo llevó a Cerro Porteño, en donde rápidamente lo ficharon. Tenía 10 años.
Meses después de debutar en Primera, Sergio pudo abandonar los fastidiosos viajes en bus. Se sabe que a cualquiera agota el pésimo sistema de servicio de transporte público paraguayo, entre el calor y la aglomeración de pasajeros. Luego de su debut, Díaz consiguió comprarse un automóvil que era conducido por su padre, Don Ismael Díaz, quien tuvo que renunciar a su trabajo para cuidarlo y “choferearle”, en el primer vehículo familiar, fruto de la incipiente carrera futbolística de Díaz. El “Chico” tuvo que dejar el colegio debido a los rigores de los entrenamientos y viajes, pero retomó los estudios el año pasado y finalmente terminó la secundaria.
Años atrás, la familia Díaz Velázquez estuvo a punto de abandonar Paraguay y migrar para la Argentina, la esperanza de ciento de familias paraguayas. Don Ismael estaba sin trabajo y la economía familiar atravesaba un duro momento. Cuenta doña Miguela en una entrevista al canal Telefuturo, que ya tenían todo programado; la idea era ir a Buenos Aires en donde un familiar le consiguió un puesto laboral a don Ismael. Pero Sergio no quería dejar su práctica en Cerro, donde ya era figura en la sub 15. A la larga, don Ismael consiguió trabajo como chofer en una distribuidora local y pudieron evitar el desarraigo.
Era difícil creer que Díaz, después del torneo en Toulón, siga en el fútbol paraguayo. Hasta ahora al fútbol guaraní –como a casi toda Sudamérica, salvo Brasil- le resulta casi imposible retener a las figuras jóvenes que se destacan, pues no tiene capacidad de competir económicamente con las ofertas foráneas. Sin embargo, los seis millones de euros que puso el Madrid y la posibilidad de estar en uno de los clubes más poderosos del mundo, es una oportunidad única que ahora, el chico Díaz lo está disfrutando.
Mientras tanto, los hinchas de Cerro hoy ya extrañan a quien se convirtió en el goleador más joven de la historia del club. El mismo “Chico” que ya despierta ciertos recelos en el ambiente del fútbol, el mismo adolescente que al finalizar cada partido de local, ajeno a cámaras y flashes, se quedaba a hablar animadamente con sus amigos los “alcanzapelotas”. Sergio Díaz está dejando de ser un “mitaí” y ya está lanzado a un mundo de adultos, duro y competitivo.
Esperemos que sepan cuidarlo.
Fotos y Vídeos: ABC, D10, 780AM, 970AM.