En pleno Mundial Brasil 2014, urge recordar el 20 aniversario del escándalo que enlutó a toda la afición deportiva; el doping positivo de Diego Armando Maradona, durante el Mundial de EE.UU 1994, que puso en el banquillo de los acusados al hombre más poderoso dentro de la cancha, frente a los dedos acusadores de los más poderosos de la FIFA.
El 25 de junio de 1994, tras la victoria argentina en Dallas ante Nigeria por 2 tantos contra 1, “El 10” es buscado en el campo de juego, en pleno festejo y realizando entrevistas, por una enfermera quien lo toma de la mano y lo lleva a realizarse el control anti doping. Nadie se imaginaba que aquella dama con presencia angelical, de notable cabellera rubia y vestida de blanco, iba a actuar como la “sombra de la muerte” futbolística de Diego Armando Maradona.
Pero los escándalos no empezaron ahí, más bien, el resultado positivo de Efredina en el organismo de Diego, fue solo el golpe de gracia, tras turbios antecedentes que involucraban drogas, teorías conspirativas, traiciones, vendettas y descuidos médicos en la Selección Argentina, que se vieron reflejados en su eliminación frente a Rumania en apenas 8vos de final.
ANTESALA Al MUNDIAL DE ESTADOS UNIDOS 1994
Ya con la Guerra Fría consumada, el modelo capitalista estaba avanzando y mucho, es por eso que el presidente de la FIFA, en aquel entonces, el brasileño Joao Havalange, decidió que era hora de hacer un gran negocio: “vender un producto llamado fútbol”, fue así que puso sus ojos en los Estados Unidos, un país donde domina el béisbol y donde ni siquiera había, en ese entonces, una liga profesional de “soccer”.
La antesala al Mundial de Estados Unidos 1994, traía consigo la “necesidad” de estrellas que adornen dicha competencia y así estimular al público del “super bowl”, a que asista a estos partidos y que puedan, entre otras cosas, ser testigos del último Mundial del jugador más famoso del mundo, el argentino Diego Maradona y vaya que así lo fue.
El resultado dio un record de espectadores, con más de tres millones y medio que colmaron las nueve sedes, superando por casi un millón al Mundial anterior y un promedio de más de 68 mil personas por partido, más los casi un millón y medio de turistas de todas partes del Mundo. Era el EE.UU del auge económico bajo la administración Clinton, de la apertura y oportunidades para el mundo entero, mucho antes de la paranoia post 11 de Septiembre y las políticas anti migración de la era Bush.
Por su parte, la Selección Argentina traía consigo muchas críticas y preocupaciones por los bajos rendimientos del equipo, cosa que se vio reflejado en las eliminatorias, donde pudieron clasificar apenas mediante un repechaje y cargando un vergonzoso tatuaje sobre sus culos, de 5 a 0 en contra, de local frente a Colombia.
Si bien los albicelestes venían de ganar dos Copas Américas seguidas (1991/1993), más una Copa Confederaciones, ya sin Bilardo, pero con un Alfio “El Coco” Basile como el DT -quien estaba formando una nueva camada de jugadores de cara al próximo Mundial- antes, había que jugar la Eliminatoria y es ahí donde empezaron los problemas, tanto deportivos, como psicológicos.
Para eso, debemos partir de un punto clave donde podamos analizar bien la antesala al Mundial de los gringos y eso se encuentra en el Mundial de Italia 1990, donde Argentina fue derrotada en la final contra Alemania por 1 a 0, con un penal inventado por el árbitro mejicano José María Codesal. Pero antes, la Argentina tuvo que vencer, primero, en cuartos de final a Brasil, con un gol agónico de “El Pájaro” Caniggia, tras una gran asistencia de Maradona, que arrastraba una fuerte marca brasileña. Tras aquel 1 a 0 final, el 10 argentino dedicó la victoria a Joao Havalange, a quien acusaba de haber planeado un supuesta final entre Italia y Brasil, para ese Mundial.
“Si yo fuera Maradona, saldría en Mondovisión,
pa’ gritarles a la FIFA,
que ellos son el gran ladrón”.
(Manu Chao – “La vida es una tómbola”, soundtrack del documental: “Maradona by Kusturica”)
El partido siguiente, fue la semifinal, donde Argentina enfrentó al local Italia, país donde militaban sus dos pilares ofensivos: Maradona y Claudio Paul Caniggia, este último, nuevamente convertiría y daría el empate de 1 a 1 dentro de los 90 minutos, para que luego se luciera el arquero Sergio Goycochea, en la definición por penales. “La vendetta”, contra estos dos, no se iba hacer esperar.
PRIMER DOPAJE POSITIVO EN MARADONA: “La Prueba Matarrese” (1991).
“Rinoscopía embiste a cualquier
a cualquier quía del poder letal
rinoscopía cuerno de marfil
filoplatino para reventar”
(Los Piojos – “Marado”)
Vale recordar que Maradona siempre defendió los colores celestes del Nápoli, llevando a los más alto el fútbol del Sur de Italia, al que llenó de tantas glorias y que tanto hizo enojar a los jerarcas del Norte, a tal punto, que la mitad para abajo estaba dividida y/o confusa, por quien hinchar en aquella semifinal entre Argentina e Italia, que se disputaría justamente en Nápoles, tierra donde el Diego era profeta.
Los medios de comunicación como la RAI o periódicos y canales pertenecientes al grupo Fininvest (Propiedad de Silvio Berlusconi), arengaban a todos los de Nápoles a llenar el estadio para “alentar a Italia y olvidar a Maradona”, hecho que causó más rechazo que adeptos y que contó con la respuesta del mismo Diego que dijo: “¿Ahora se acuerdan que Nápoles también forma parte de Italia?”, declaraciones que molestaron a los de arriba y que unieron a los de abajo, hinchando por su ídolo máximo, contra su propio país, donde siempre se sintieron discriminados. Ese partido sería recordado como “el día que Nápoles fue Argentina”.
El resultado es conocido, Argentina pasó a la final y desde ese momento, Maradona sabía que eliminar a Italia de su propio Mundial, iba a costarle muy caro y que ya nada iba a ser lo mismo. La eliminación italiana en manos argentinas hizo perder fortunas en negocios, ya sean a dirigentes de fútbol, políticos o quienes manejan las apuestas, ya que nos referimos a una de las entidades más corruptas y mafiosas del mundo como es la Federación Italiana de Fútbol y algunos debían pagar.
“Después de aquel partido en Napóles, Matarrese, que era presidente de la Federcalcio y es un dirigente nacido en Barí, no me miró con bronca, ni con amargura; me miró como miran los mafiosos… Y yo pensé, en ese mismo momento: “Qué difícil va a ser seguir viviendo acá”.
Frase extraída de la autobiografía de Maradona titulada “Yo soy Diego”, realizada por Daniel Arcucci y Ernesto Cherquis Bialo.
Un 17 de marzo de 1991, Nápoli recibía en su estadio al Bari, para disputar un partido del campeonato local, que ganaron los dueños de casa por 1 a 0, con gol de Gianfranco Zola. A su término, Maradona fue “sorteado” para el control anti dóping, en ese entonces, el presidente de la Federcalcio era el Sr. Antonio Matarrese, el mismo que más tarde sería el Vicepresidente de la FIFA y adivinen a partir de que año, si, 1994. ¿Casualidad no?. Finalmente, la prueba dio resultado positivo y la sustancia encontrada fue: Cocaína.
La prueba se realizó en el laboratorio “Acquacetosa”, ubicado en Roma, la misma dependía del presidente del organismo que nuclea a todos los deportes afiliados de Italia y del titular de la Federcalcio, Antonio Matarrese, ambos personajes, junto con otros integrantes de la cúpula del calcio italiano, años mas tarde fueron arrastrados por el famoso caso Mani-Pulite, que detectaba todo caso de corrupción en Italia, inclusive, la de su laboratorio.
“Fue una maniobra, lo juro. Porque yo tenía el problema con la droga, pero por eso mismo me hacía análisis. Y aparte de que la cocaína no sirve para jugar, porque te tira para atrás y no para adelante. En aquel partido contra el Bari, estaba limpio”. (extraído de “Yo soy Diego”)
Esa fue la versión de Maradona por años y obviamente nadie le creía, ya que eran bien conocidos sus pasajes nocturnos y consumo de merca, desde que empezó a militar siendo muy joven en el Barcelona. Su entorno lo sabía, Claudia lo sabía, sus compañeros lo sabían, pero por sobretodo, lo sabían sus peores enemigos. Este sería el primer caso en que se detectaba o se escuchaba la palabra “Cocaína” como falta grave en el fútbol, ya que la cocaína no era considerada “doping” hasta que la F.I.F.A intervino y tomó a Maradona como un caso piloto y a partir de ahí, esa droga quedó incluida entre los estimulantes prohibidos en la práctica del fútbol, hasta el día de hoy.
Recordemos que el espíritu del doping positivo es la de consumir un fármaco que te estimule a rendir más y así dejar a tus rivales en desventaja, es decir, hacer trampa y no por ingerir lo que se llama “droga de consumo social”. Las declaraciones de Diego fueron contundentes, la cocaína no te ayuda a jugar mejor, sino todo contrario, por lo que aquí se estuvo condenando, no una actitud anti deportiva, sino la vida privada de una persona, con intenciones de humillarlo.
Dato: Un mes después del “Caso Maradona”, la Federcalcio estableció que sea obligatorio el control anti doping, en todos los jugadores, y no de modo selectivo, como se venía haciendo.
Finalmente, este caso le valió una suspensión por 15 meses, lo cual lo obligó a abandonar su querida Nápoles, sin despedirse de nadie y así regresó a su natal Argentina, donde todos creían que conseguiría la paz, pero fue todo lo contrario. En una oportunidad, otro escándalo mediático y policial lo involucró cuando su departamento ubicado en el barrio porteño de Caballito, fue allanado y le encontraron una gran cantidad de sustancias prohibidas y en septiembre de 1991 fue condenado por 14 meses de prisión, en suspenso, por estar “cargadísimo”.
DOPAJE POSITIVO A CANIGGIA: “El Pájaro que quiso volar muy alto” (1993)
Ya fue el penal de Andreas Brehme, ya fue Bilardo y el test positivo de Maradona, por lo que los argentinos debía superarla y seguir adelante, ya con el Coco Basile al mando, quien formó el primer equipo post Maradona, contando esta vez con un Claudio “El pájaro” Caniggia imparable, ya sea como asistidor o goleador, que se agrandaba más con la obtención de la Copa América de Chile 1991, venciendo a Brasil por 3 a 2, con un Batistuta contundente y un veloz wing como el Cani.
Al año siguiente, la Argentina ganó la Copa Confederaciones, venciendo a Arabia Saudita en la final por 3-1 (Caniggia hizo el 2do gol), en ese mismo año, “El Pájaro” pasó del Atalanta italiano a fichar por la AS Roma, donde jugó 20 partidos y marcó 4 goles, pocos pero esenciales, como aquel que eliminó al Milan, en la semifinal de la Coppa Italia 92/93, a los 89′ de contra golpe, tras correr unos 70 metros como una fiera y definiendo con un sombrerito.
Hasta ahí, todo muy lindo para Claudio Paul, en lo personal y para su selección, que parecía no extrañar a Maradona. Finalmente, un domingo de marzo del 93, la Roma enfrentaba al Nápoli (si, a ellos) y a su término, fueron todos al control andoping obligatorio y alguien salió positivo.
“… es una factura que le pasaron los italianos por el gol que les hizo en el último mundial” (Maradona en “Yo soy Diego”)
A Caniggia le encontraron restos de crack, cuando éste deslumbraba en la Roma de Italia. Eso le valió una suspensión que lo impediría jugar la final de la Coppa Italia, que la Roma consiguió gracias a él, también lo alejaría de uno de los clubes más importantes de la liga de ese país y lo dejaría fuera de las Eliminatorias, para el Mundial de EE.UU 1994.
AUTO EXILIO Y DESINTOXICACIÓN PARA LLEGAR “10” AL MUNDIAL USA 1994
Tras los escándalos con refugios de drogas y orgías, un paso amargo por el Sevilla español en 1992 y un desamor con el Newell’s Old Boys de Rosario en aquel histórico fichaje en ese mismo año, Maradona no tenía otra que ponerse en forma por sus propios medios y alejarse de todos los que le hacían mal, si quería llegar al Mundial del 94, sin jugar en ningún equipo. El “Coco” Basile fue claro a la prensa al decir que si Diego llegaba bien, iba a ser convocado.
Fue entonces que Maradona se interna en una granja de La Pampa, para un intenso entrenamiento a lo Rocky Balboa, antes de su pelea con el Ruso. Para eso, contrató al médico Fernando Signorini, quien lo había acompañado desde que empezó en Nápoli. También figuraba entre su ‘staff personal” Daniel Cerrini, director del New Age Gym de Buenos Aires, un fisicoculturista que representaba la antítesis al lado de la dejadez del 10. A pesar de eso, su currículum como médico no eran la gran cosa y sus métodos eran muy poco ortodoxos, es ahí cuando empezó a complicarse la cosa, con Cerrini.
Durante su estadía en La Pampa, fue también acompañado por el periodista y matemático Adrián Paenza, quien captó en imágenes su duro entrenamiento y le quitó memorables declaraciones, como cuando el Diego se estaba afeitando bajo la luz del sol, con un espejo roto en pleno campo, como lo hacía su padre y dijo: “Yo crecí en un barrio privado, privado de luz, agua, teléfono, etc.”
Con un Maradona en la cancha, el Mundial iba a ser sumamente atractivo, pero mucho mejor iba a ser, para el Seleccionado argentino, que venía de dos finales seguidas y una copa del mundo encima. Pero el mismo, tenía problemas legales para poder ingresar a los EE.UU, país donde siempre fueron muy claros y severos en su política anti drogas, quizás hasta los más sanguinarios que hay y el Diego, tenía un fichaje, no por esteroides, sino por Cocaína, una mancha irónicamente negra. Es por eso, que Argentina y Maradona tenían que entrar a USA 94 “por la ventana” y el primer paso, era el repechaje contra Australia en 1993.
REPECHAJE Y A RETIRARSE CON UNA ÚLTIMA CONSAGRACIÓN.
Que Maradona juegue ese Mundial le convenía a todo el mundo, desde las instituciones, hasta los hinchas, desde los sponsors, hasta los dirigentes. La Argentina clasificaba venciendo 1 a 0 a Australia en el partido de vuelta, en el Monumental, ahí Maradona fue titular y capitán de ese equipo, que tenía como revelación a Fernando Redondo, Diego Simeone y a Gabriel Omar Batistuta, quien fue autor del único tanto, con un orto tremendo.
En este video se puede ver al periodista Adrián Paenza, entrevistando a Maradona, al finalizar el video, el mismo lo estaba acompañando durante toda su recuperación y viajaría con él a los EE.UU, donde el mismo, capturaría otra memorable frase de Diego Maradona y de esas que nadie quería oír.
Retornando a los duros entrenamientos, con su staff de médicos y preparadores físicos, Maradona apuntaba al título de su Selección en USA 94, nunca pensó distinto y quería asegurarle al mundo, que su preparación era intensa y sacrificada, alejado de la vida sedentaria y de “drogas de consumo social”, que se había profundizado luego del doping en Italia y la mala prensa. El equipo tenía a su capitán de vuelta y también tenían habilitado a Caniggia, quien ya cumplía su larga suspensión, que lo había borrado de las eliminatorias y del partido de repechaje.
La hora de la verdad estaba a poco de verse y de golpe, los argentinos pasaron de ser el equipo de la “repesca”, junto con Basile, a ser unos serios candidatos a quedarse con un Mundial, que no tenía a Inglaterra ni a Francia como clasificadas y estaban llegando en mejor estado físico, que en Italia 90, donde terminaron segundos.
Maradona llegaba a punto, bajando unos 50 kilos en pocos meses, entrenando dos turnos, bajo constante observación médica y contando con el apoyo moral de su familia e hinchada. Solo faltaba estar ahí. La Selección albiceleste viajó a EE.UU, despedido en el aeropuerto de Ezeiza por toda su hinchada y por dos borrachos (y algo más) Fito Páez y Andrés Calamaro, quienes le realizaron una serenata a Maradona, con la canción “Salud, dinero y amor”.
El primer rival era Grecia, no era la Grecia de la Eurocopa de 10 años después, ni esta que estamos viendo en el Mundial de Brasil, si bien eran nadie, era el primer partido donde los ojos estaban encima de Maradona. El mismo había declarado que soñaba con hacer un gol en el primer partido y que con eso podría morirse tranquilo, algo impensado teniendo en cuenta que no convirtió ninguno en Italia 90, mas allá de los memorables pases.
Argentina fue una máquina, con un Batistuta muy afilado, que convertiría tres goles, todo un record en su país, pero sería totalmente eclipsado, por aquellas paredes que se hicieron entre Abel Balbo, Redondo y Maradona, que lanzaría un zurdazo al ángulo del arquero griego que se quedó mirando como esa pelota rompía el arco. Maradona, salía corriendo a festejar su gol frente a una cámara, a la que se iba acercando cada vez más, llevando una mirada asesina y descargando toda su ira con un furioso grito dedicado a la prensa que lo criticaba, al norte de Italia, a Joao Havalange, la FIFA y la puta que los parió.
Y como diría Víctor Hugo Morales en su relato, el mismo autor intelectual del “Barrilete Cósmico”, “Está vivo!, el Rey está vivo”.
En el siguiente partido, Argentina enfrentaba a Nigeria, por primera vez y se jugaba la clasificación a octavos de final. En dicho encuentro, los argentinos empezaron perdiendo 1 a 0 y los nervios fueron aumentando, pero serían calmados por la experiencia de su capitán, quien con las manos tranquiliza a todos y de paso engaña a toda la defensa africana, para habilitar la pelota a Caniggia, que se la estaba pidiendo a gritos y así selló el empate transitorio, previo al 2 a 1 final y la clasificación a la siguiente ronda.
Todo parecía la típica historia de autosuperación, una película yanki con final feliz, era la vida de Maradona que tomaba revancha y apuntaba a salir victorioso. Los argentinos no se cansaban de ver su rostro gritando el gol contra Grecia ni de ver a Caniggia pidiéndole esa pelota a Diego, era demasiado para la otra película que ya se hacían todos los argentinos. Nadie, ni el mismo Maradona lo podía creer. Pero estaban en EE.UU, donde no siempre todo es como en sus películas.
‘Diego, no tomes ni aspirina, porque si no te encuentran droga, te van a meter un televisor debajo de la cama y te van a acusar de contrabando. Pero de acá no te vas limpio’.
Eso era lo que supuestamente le venía diciendo Julio Grondona, presidente de la AFA, a Maradona, durante su estadía en los Estados Unidos. Al finalizar el encuentro con Nigeria, Maradona se abraza con sus compañeros, da entrevistas y posa para fotógrafos, en pleno estado de éxtasis, pero de la emoción. Fue en ese entonces, que de la nada, aparece la enfermera, que avisa a Maradona, que salió sorteado en el test anti doping y que lo tenía que acompañar. Un hecho casi inédito, debido a que esas cosas se avisan a los jugadores desde el banco de suplentes o en el túnel, antes de pisar los vestuarios, mientras que la prensa, se informa por el banco de suplentes, con los movileros que comunicaban a su cabina de transmisión. Siempre fue esa la única forma de saber quienes eran los dos o tres o más sorteados, no de una manera tan alevosa e infantil, a tal punto que uno puede ver a la enfermera detrás de Diego, mientras éste habla por televisión, ¿a dónde va ir?.
En ese momento, Mariano Grondona se encontraba en el palco de honor y observa a Maradona siendo llevado de la mano por la enfermera y éste le dice a uno de sus colaboradores que tiene al lado: “Ahora, pongámonos a rezar”.
EL DESCUIDO FRENTE A LOS OJOS DEL PODER: “ME CORTARON LAS PIERNAS”.
– Dio Positivo
– ¿Quién?
– ¿¡Y quién va a ser!?
(Alfio Basile dando la noticia del dopaje positivo de Maradona, al “Panadero” Díaz)
El 25 de junio, el mundo recibía la noticia del doping positivo de Maradona, los argentinos vivían una pesadilla, la afición deportiva sufría una fuerte apuñalada y el Mundial dejaba de tener sentido para muchos, pero la peor parte se llevaría el jugador, que una vez más, estaba siendo acusado de “drogadicto”, ante la opinión pública. Esto pasaba dos días después del asesinato del jugador colombiano Andrés Escobar, quien participó en ese mismo Mundial por su selección.
Esta vez, el resultado era “rastros de efedrina y sus derivados”, una droga que sí estimula el rendimiento y que se estaba conociendo por todos, pese a ser una droga que se utilizaba en los EE.UU, para combatir el asma en 1923.
Obviamente se pidió una contraprueba que duraría 24 hs y que se realizaría en Los Ángeles, la agonía duró cada minuto, tanto así, que el programa más popular de esa época, “El Show de Videomatch”, suspendería su rutina cómica normal, para informar todas las novedades del caso de Diego, con un muy preocupado Marcelo Tinelli, desde Buenos Aires, comunicándose en vivo vía satélite, con el periodista de Telefe, Alejandro Apo, que se encontraba en Boston, llegando a charlar hasta la 1 de la madrugada. Argentina estaba en velo y la suspensión de Maradona se siguió por la televisión como el final de una serie hoy en día y se lloró en las calles de Buenos Aires, como la muerte de John Lennon en Nueva York.
https://www.youtube.com/watch?v=1E81YqLo6H8
Por su parte, Joao Havelange declaró: “Los Estados Unidos gastan cincuenta mil millones de dólares por año para combatir la drogadicción, ¿ustedes creen que nosotros podríamos dejar pasar un caso como éste?, siempre tuvimos una actitud paternal hacia Diego Maradona, tratamos de protegerlo y conservarlo para que siguiera jugando porque es el mejor del mundo, pero volvió a tomar estupefacientes o lo que fuera. Lo de Maradona fue una gran decepción, porque pensamos que ya había superado esos problemas. Es lógico que Diego Maradona ahora nos critique, porque un criminal siempre se vuelve contra el juez o el jurado que lo condenó ”.
En el seno de la Selección, los ojos cayeron primero en su médico Fernando Signoniri, quien presentó toda su receta y ninguna droga se encontraba entres las ilícitas, por lo que rápidamente todos ya empezaron a interrogar al fisicoculturista Daniel Cerrini, de 27 años, un autodidacta alejado del fútbol, que entrenaba al mejor jugador de todos los tiempos, desde hace un par de meses.
“Vino el representante de Maradonna en ese entonces, Marcos Franchi, y le dijo a Cerrini, ‘si salta algo, voy a tomar el micrófono en el estadio de Los Angeles y te voy a mandar en cana a vos y todos los que te compraron esto’.”
(Lito Pintos, periodista partidario de Boca, en el programa “Intrusos” año 2013).
Mientras se esperaba la contraprueba, se creo el rumor, que corrió por toda la prensa, de que Diego habría consumido “Nastizol”, que contenía efedrina sin saberlo y que lo uso la noche anterior, por una congestión en uno de sus orificios nasales. De ahí la cosa empeoró, debido a que se pensaba que consumió cocaína y la “efedrina del Nastizol”, iba a desviar la atención de la otra droga y tener una “muerte digna”, pero eso es científicamente imposible, porque te detectan todo.
Un periodista y ex amigo de Maradona, Lito López, habría ido varios días antes del Mundial a los EE.UU, por una radio de Boca y por el programa “Pintado de Azul y Oro”, fue durante una gira previa a la Copa, que realizaba la Argentina. López dijo el año pasado en el programa de Jorge Rial, que acompañó a Cerrini, en Boston, a comprar de una farmacia, productos para el rendimiento físico, para quemar grasas, etc. y éstos contenían efedrina.
Cerrini había ido de urgencia a los Estados Unidos, a pedido de Marcos Franchi, quien se encontraba con Diego en Israel, a éste le faltaban más “Ripped Fast”, unas pastillas dietarias que no contienen efedrina, Cerrini no había viajado a la gira previa y era un arrogante de mierda. Llega a Boston y a falta de “Ripped Fast”, decide comprar comprar “Ripped Fuel”, que sí contenía efedrina bajo el nombre de un vocablo chino, “ma huang”, que hasta se podía ver en la etiqueta del frasco!.
En conclusión, Diego consumió efedrina pero de forma involuntaria y Cerrini tuvo la caradurez de decirle a la FIFA, que la efedrina no debía de estar prohibida.
Cuatro años después, diría de que él es el responsable de que a Diego le hayan cortado las piernas, pero también el responsable de haberlas puesto.
De todas maneras, Maradona fue expulsado del Mundial y el equipo no perdió puntos, pero si los siguientes partidos, hasta su eliminación frente a Rumania por 3 a 2, siendo el 10, reemplazado en su puesto, por un Ariel “El Burrito” Ortega, de 19 años.
Finalmente, en USA 94 pasó lo que no se pudo en el Mundial pasado, con Italia y Brasil como finalistas, con este último alzando la Copa, entregada a Romario por el entonces Vicepresidente de los EE.UU, Al Gore y el presidente de la FIFA, Joao Havalange, en su último Mundial al frente.
LA ÚLTIMA GRAN LIMPIEZA DE MARADONA, “LA DE SU NOMBRE”.
“La pelota no se mancha” es su última gran frase, obviando el insulto al periodista Toti Pasman.
Tras los escándalos de dopaje, los años demostraron que si bien Diego siempre tuvo problemas de drogas, como cualquier genio ya sea de la música o del cine, cuyo trabajo no se debe al consumo, sino todo lo contrario, lo perjudican. El que Maradona haya sido un jugador de fútbol le salvó la vida muchas veces y su hundimiento se vio en dos ocasiones, tras el primer dopaje en Italia, que lo llevó a un pozo de 2 años de depresión, por lo que consideraba una injusticia y el de USA 94, que lo llevó a otro gran infierno, que incluyó un sobrepeso terrible, sobredosis y años de internación en Cuba.
Desde el mundial Italia 90 hasta el año 1998, sólo se registraron cinco casos de doping positivo de cocaína en Italia, de los cuales, casi el 50 %, eran de argentinos: Maradona y Canigia. ¿Qué pasó en 1998?, hubo un escándalo debido a que se descubrió que el laboratorio “Acquacetosa”, el mismo que condenó a Maradona y Caniggia, era un laboratorio trucho, que tomaba muestras adulteradas de orina para el control antidóping, a tal punto, que una muestra de orina limpia, también daba positivo.
Las sospechas comenzaron, cuando descubrieron que en ese laboratorio, de cada cien probetas con orina recogidas después de los partidos, sólo diez eran destinadas a los test antidoping. Esto, debido a un muy extraño acuerdo a mediados de 1991.
Fue así que los propios diarios italianos publicarían sus disculpas con titulares como: “Máquinas adulteradas que condenaron a Diego” o “Caniggia no se drogó”.
Claro que se drogaron, hubo tanto dopaje como talento en éstos hombres, pero no lo hicieron para jugar mejor, cargaban ese estigma, de que eran unos rebeldes, que desafiaban a las instituciones y éstos sabían como cagarles, eran advertidos por todo su entorno, pero hacían caso omiso y preferían morir en el intento, manteniendo su verdad, inclusive cuando nadie los creía, porque sabían que lo que hacían, era cosa de ellos y no le hacían daño a nadie, más que a ellos mismos
Por su parte, el dóping positivo de hace unos veinte años atrás, todavía guarda muchos silencios
y preguntas sin contestar. Siguen las teorías conspirativas, desde las más descabelladas, hasta las más realistas, como la de un error terrible que se cometió, sabiendo muy bien que uno está siendo observado por unos verdaderos cuervos de traje, que esperan tu primer tropezón.
De todas maneras, haciendo un balance, de lo que se vio antes y se vio después, a Maradona, podría decirse que la “historia siempre lo absolverá”.
Post de Orlando Salerno. Conocido olimpista, músico y también un enorme teórico del fútbol, como todos en Cch.