Con ya sus 50 y tantos años, es necesario hacer un pequeño homenaje a uno de los grandes cracks olvidados de la gloriosa década de los 90’. El serbio Dragan Stojkovic fue sin dudas un gran ídolo en su país y en Japón, quizás injustamente reconocido en otros rincones del mundo por culpa de las lesiones y de la época en la que nació. Hoy sería un multimillonario jugador del Real Madrid. ¿Otras épocas no?
Dragan nació en Niš, en la vieja Yugoslavia, hoy tercera ciudad más grande de Serbia. De chico se ganó el apodo de “Piksi” (Pixie) en referencia al personaje de la serie de dibujos animados “Pixie, Dixie y el gato Jinks”. Con apenas 16 años debutó en las filas de un humilde club de su ciudad que por aquel entonces jugaba en la Primera de Yugoslavia, Radnički Niš y permaneció allí cinco temporadas antes de pasar a un gigante de su país como lo es el Red Star de Belgrado.
El mediapunta ofensivo la rompió en la capital yugoslava. En su primera temporada con 21 años ya se convirtió en el goleador del equipo. Marcó un gol olímpico ante el clásico rival, se cansó de gambetear rivales y formó una dupla temible con Dejan Savicevic. En sus 4 temporadas con el Estrella Roja ganó dos ligas, dos copas y además fue elegido mejor jugador del país en el año 1988 y 1989. La super transferencia al extranjero era solo cuestión de horas.
Y así apareció el Olympique Marsella, quien por entonces con el empresario Bernard Tapie a la cabeza estaba armando un súper equipo para alcanzar el título de campeón en Europa. Con figuras de la talla de Papin, Tigana, Cantona, Deschamps o Abedi Pele más la incorporación de Franz Beckenbauer como entrenador. El Marsella ganó fácil la liga, pese a la lesión de Stojkovic y además llegó a la final de la Champions, por entonces Copa de Europa. ¿El rival? Ni más ni menos que el Red Star Belgrado el ex equipo de Stojkovic. El entrenador Goethals agarró el equipo luego de la renuncia del Kaiser y lo guardó al serbio en el banco de suplentes para la infartante definición por penales. Stojkovic tenía la última palabra, cuenta la leyenda que le respondió al DT: “Porque no pateas tú” “Si pateo y meto no puedo volver a mi país, si fallo toda Francia me va odiar”. Lo cierto es que el crack no pateo y su equipo perdió la final ante el equipo de sus amores.
Luego del episodio de la final, más las recurrentes lesiones fue cedido al Hellas Verona, en su regreso en la temporada 1992-1993 se consagró campeón de la Copa de Europa con el Olympique Marsella pero sin muchos minutos. Permaneció una temporada más luego del campeonato hasta que el club y el presidente reventaron y descendieron por problemas económicos pese a terminar segundos en la liga. Luego fue a hacer historia en el futbol japonés donde jugo por varios años de 1994 hasta 2001. Quebró records y cinturas, fue dirigido por Wenger, se cansó de alzar títulos individuales y colectivos. Hay calles con su nombre. También dirigió en ese país por 5 años consecutivos. Arsene lo ve como su candidato ideal para reemplazarlo alguna vez en el Arsenal.
Ademas Stojkovic defendió los colores de Yugoslavia, un total de 84 partidos y marcó 15 goles. Participó de dos mundiales, 1990 y 1998. En la Copa del Mundo de Italia fue su consagración máxima ante España por los octavos de final marcando los dos goles de su país. Cayeron solo ante la Argentina de Maradona. 8 años después volvió a marcar en la máxima cita mundialista esta vez ante Alemania. Junto a Peja Mijatovic y cia llegaron hasta los octavos de final en aquella ocasión. Un número diez diferente, de los de antes… con una capacidad única para gambetear a rivales, con una visión de juego y capacidad táctica envidiable que ya no tienen los jugadores en la actualidad. Un pedazo de crack enorme, del cual muchos injustamente olvidan. DRAGAN STOJKOVIC, felices 50 años y muchas gracias por la magia y el futbol!!!