Cerro y la renovación de la Capital del Sentimiento

El mundo Cerro atraviesa por momentos de sentimientos encontrados: Una mezcla de orgullo, un poco de añoranza, y esperanzas, todo en un combo. El anuncio de la remodelación de la Olla Azulgrana (Estadio Gral. Pablo Rojas) con la consiguiente demolición de las graderías del estadio Adriano Irala, despierta en el público cerrista un torbellino de emociones. Por un lado, el entusiasmo y orgullo de tener lo que será el mejor estadio del país y con la mayor capacidad, y por el otro, esa rara sensación de tristeza o añoranza porque se pierde un monumento histórico del club, del hincha, y del fútbol paraguayo.

Se inaugura el Adriano Irala, en 1936. El pequeño de camisa blanca es Adriano Irala Burgos, hijo de Adriano Irala, gran intelectual también que tuvo el Paraguay.
Se inaugura el Adriano Irala, en 1936. El pequeño de camisa blanca es Adriano Irala Burgos, hijo de Adriano Irala, gran intelectual también que tuvo el Paraguay.

Por cada ladrillo, una lágrima caía. Cuando los obreros comenzaron a trabajar en la demolición de la gradería del Adriano Irala y parte de la gradería Norte de la Olla, muchos cerristas empezaron a ver que la realidad es muy fuerte cuando se tocan identidades muy cercanas. Del anuncio a los hechos, la diferencia es notoria. Y cuando cayeron los primeros ladrillos, también llegaron los recuerdos. Tantos domingos de cancha, tantos domingos de ver a Cerro en esa gradería Norte y para los más veteranos, lo que habrá sido estar en el Adriano Irala.

Las gradas del Adriano Irala. Desde hoy, quedan en el recuerdo del cerrista.
Las gradas del Adriano Irala. Desde hoy, quedan en el recuerdo del cerrista.

Pero veamos algunos datos históricos con respecto al estadio que hoy ya queda en el recuerdo colectivo de los cerristas. El estadio fue inaugurado el 27 de setiembre de 1936 con el nombre de Adriano Irala. ¿Quién fue Adriano Irala? Un líder intelectual y de gran prestigio entre 1920 y 1930 en nuestro país y que ocupó en dos temporadas la presidencia del club Cerro Porteño, al que él mismo bautizó “el club del Pueblo”. Irala fue doctor en Derecho, periodista (director del diario La Nación en los años 20), poeta, pensador, político, docente, y férreo defensor de los derechos del Paraguay sobre el Chaco, de acuerdo con lo que comenta en su libro “Adriano Irala, el gran presidente”, el escritor Herib Campos Cervera.

Adriano Irala falleció en medio de la Guerra del Chaco, hasta donde fue en carácter de auditor general del ejército. Contrajo una enfermedad letal, que lo tuvo a mal traer en medio de los campos de guerra y lo trajeron de vuelta a Asunción, en donde murió el 18 de agosto 1933, con apenas 40 años.
Irala fue el gestor para conseguir el terreno en donde se construyó el estadio que hoy lleva su nombre, y que fue uno de los primeros en el país con tener graderías de cemento. Ya con otra administración, y tras finalizar la Guerra del Chaco, se completaron las documentaciones y en 1935 se reiniciaron las obras de las graderías. Finalmente, el 27 de setiembre, se inauguró oficialmente el estadio “Adriano Irala”, que albergó los partidos oficiales de Cerro Porteño hasta 1979.

Los trabajos ya están entrando en la zona de la gradería Norte.
Los trabajos ya están entrando en la zona de la gradería Norte.

En 1959, subió a la presidencia del club el general Pablo Rojas y presentó su proyecto de “Obra Nacional del Deporte”, que albergaba la construcción del nuevo estadio: La Olla. Los trabajos terminaron oficialmente recién en 1979, pero Cerro Porteño ya venía disputado algunos encuentros en este nuevo estadio, que ya entonces tenía capacidad para unas 27 mil personas. La Olla, denominada Pablo Rojas, gracias a su mentor y propulsor, también fue el primer estadio del país en contar con lumínica. Bajo la presidencia de Luis H. Pettengil, en 2009, se terminó el codo que une Platea con graderías Sur, que finalmente hizo que el estadio pueda albergar a unas 32.000 personas.

Nuevo Proyecto

Bajo la actual administración de Juan José Zapag, el club ahora está arrancando uno de los proyectos más ambiciosos en la historia del fútbol paraguayo, en cuanto a infraestructura edilicia. Hacer de la Olla un estadio con mayor capacidad y más moderno, que tendrá una capacidad para 37 mil espectadores con nuevos palcos a la altura del nivel de la cancha. La presentación se hizo apenas hace dos semanas y los trabajos ya empezaron en estos últimos días.

Estadio

Según informaron en el club, la obra tendría un costo de 4,5 millones de dólares, pero finalmente, Zapag dijo a medios radiales que el costo total sería de seis millones de la moneda norteamericana. Si bien, el sueño de todo cerrista es ver terminado estos trabajos, se espera que el proyecto no signifique finalmente una deuda para el club y que se termine en los tiempos pactados.

Según lo que muestra el proyecto, la remodelación de la Olla traerá igualmente un cambio en la fisonomía del barrio. De hecho, el club hace poco presentó otra iniciativa que cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Asunción que apunta a mejorar calles en las inmediaciones del estadio y reconstruir la avenida Quinta.

”En ese verde césped pasaron todos los más grandes ídolos del club. El Adriano Irala es patrimonio de Cerro, de sus hinchas, del corazón azulgrana”

Sin dudas, la remodelación de la Olla apunta a un proceso de cambio histórico para el barrio, para el club y también para el fútbol paraguayo. La obra está a cargo de los arquitectos Víctor González Acosta y Alfredo Angulo, quienes en entrevistas con medios hablaron sobre la importancia que tiene este proyecto para hacer, de la Nueva Olla Monumental, un verdadero orgullo para el pueblo cerrista.

La palada inicial de Zapag. Esperemos que la obra se concrete en tiempo y forma, para la alegría de todos.
La palada inicial de Zapag. Esperemos que la obra se concrete en tiempo y forma, para la alegría de todos.

Mientras tanto, los ladrillos del Adriano Irala siguen cayendo. Parte de la historia de un estadio que dio vida al club más popular, queda en el corazón y recuerdo de todos. En esa cancha, en ese verde césped –como decía Angelito Labruna- cientos de chicos y también últimamente chicas, con la azulgrana puesta, pintaron esperanzas y goles cada sábado y domingo de mañana. En ese verde césped pasaron todos los más grandes ídolos del club. El Adriano Irala es patrimonio de Cerro, de sus hinchas, del corazón azulgrana.

No nos olvidemos de quienes hicieron este estadio, de quienes hicieron la Olla, porque apuntalaron a la grandeza de Cerro. No nos olvidemos que hay mucha historia en cada grada. De quienes ya no están, de quienes van cada domingo, de quienes van cada vez que pueden. Porque Cerro es su gente, siempre.

La Capital del Sentimiento se renueva hoy, para esperar otro grito sagrado de gol de su gente, el próximo domingo.

Este es el proyecto presentado:


Fotos y vídeo: Abc Color, D10, HOY, twitter de Compromiso Azulgrana y web oficial del club Cerro Porteño.

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Aldo Benítez

Periodista de La Nación. Amante del mundo del fútbol y las letras. Seguidor del Indio Solari, soñaba jugar un mundial y consagrarse en Primera.

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