Olimpia se proclamó campeón del fútbol paraguayo por cuadragésima vez en su historia, y lo hizo ante Cerro Porteño, superándolo claramente en el desarrollo del juego. Es el tercer club sudamericano con más títulos de liga, detrás de Peñarol (47) y Nacional (45) de Uruguay. Al franjeado lo sigue River Plate de Argentina, con 36 coronas.
En 15 años, El Decano se alzó tres veces con el título (2000, 2011 y 2015); poca producción en comparación a décadas anteriores, pues hasta el año 2000, Olimpia había cosechado 38 campeonatos, Cerro Porteño 24, Guaraní 9, Libertad 8 y Nacional 6. Esa supremacía se redujo, ya que desde entonces, Libertad fue el que en más ocasiones tocó la gloria (10), seguido por Cerro Porteño (7) y Nacional (3).
Pese a la mencionada “sequía”, producto de neglicencia dirigencial y planteles mediocres, el hincha de Olimpia no abandonó a su equipo. Por tal razón, esta conquista significa mucho. Si bien durante la presidencia de Marcelo Recanate se logró un campeonato tras 11 años, su mala administración dejó secuelas a la institución.
Con Marco Trovato a la cabeza, se apostó al trabajo en las categorías inferiores —campeones en sub 15 y 17— y a un plantel de jerarquía. Desde su asunción, no se escuchó más sobre atrasos salariales ni problemas mediáticos.
La estrella 40 es fruto del esfuerzo de una directiva joven y comprometida, últimamente criticada por un grupo de hinchas, los mismos que ahora disfrutan de la consagración ante el tradicional rival. Cosas del fútbol.