El escándalo que saplica a la FIFA, la CONMEBOL y la CONCACAF ha causado el inicio de una guerra mediática entre ABC Color y los dirigentes de la APF con respecto a la falta de transparencia de ambos bandos y los intereses creados de los mismos.
El reclamo generalizado a la APF por parte de los medios es que muestren sus números y contratos para justificar la distribución de los ingresos. Hasta ahora no lo han hecho y los únicos que pueden exigir que lo hagan mantienen un silencio cómplice: los clubes miembros de la Asociación.
Siempre que algún medio de prensa habla sobre los manejos de la APF y reclama el resguardo de la información, el presidente de la APF sale con la excusa que ellos son un ente privado y solamente se deben a sus miembros, los clubes, y nadie más. Al no recibir un reclamo de la mayoría de los clubes, ya no están obligados a presentar un solo papel o un solo número sobre su gestión.
¿Quienes son los que pueden exigir que la APF muestre sus papeles y contratos? Los clubes
¿Quienes son las víctimas en el caso que existan desvíos de fondos en la APF? Los clubes
¿Por qué no se unen los clubes a estos pedidos si ellos supuestamente son los perjudicados? Porque tienen intereses que proteger. Para la gran mayoría de los más de 120 clubes que conforman la asociación el dinero que les da la misma es practicamente su única fuente de ingreso, por lo que atacar a quien le da de comer significaría la muerte financiera. Este dinero en muchos casos tampoco es objeto de control por parte de la APF, hecho que conviene a los dirigentes inescrupulosos. Aparte de esto los dirigentes leales reciben beneficios tales como viajes a diferentes torneos alrededor de América y el mundo.
Por esta razón siempre los balances han sido aprobados por unanimidad, y los pocos clubes que alguna vez hicieron algún reclamo pronto terminaron callando. Fueron los mismos clubes los que en Asamblea Ordinaria homologaron el contrato de derechos televisivos de Teledeportes en el 2012, sin ninguna objeción al respecto.
”Hoy los clubes son cómplices en el silencio. Este silencio perjudica a la APF en lugar de ayudarla a limpiar su nombre en esta guerra mediática”
El problema que surge para ellos y para la APF es que, en el caso que tengan todos los gastos fundamentados, son los clubes los únicos que pueden demostrar la veracidad de lo que dice la Asociación. Si la Asociación realmente entregó los US$ 3 millones para obras, son los clubes los que pueden salir a corroborar que si recibieron el dinero y lo destinaron a las obras correspondientes. En lugar de ser ellos los que demuestren la inocencia de la APF, son los que embarran aún más su reputación.
Hoy los clubes son cómplices en el silencio. Este silencio perjudica a la APF en lugar de ayudarla a limpiar su nombre en esta guerra mediática. Sin importar los intereses por el cual otras partes reclaman transparencia en la institución, el mostrar las obras realizadas, el dinero repartido, los contratos suscriptos y el manejo supuestamente limpio que han tenido es lo único que puede hacer la APF para detener el aluvión de críticas, pero ahora para ellos es más importante hacerle la contra a otros medios antes que implementar un manejo verdaderamente abierto y libre de cuestionamientos.
Ahora es el momento que los clubes deben sanear la APF y que la APF exija a los clubes responder por el dinero que reciben de la misma.
El único resultado del silencio es crear más dudas. Esperemos que esta lucha termine con la APF y los clubes libres del secretismo que hoy en día los envuelve.