La Selección Paraguaya de Fútbol clasificó a la final de la primera edición de la Copa América de Pueblos Originarios que se realiza en Chile. La Albirroja ganó 3-1 por penales a Bolivia, sigue su carrera invicta y ahora espera por Colombia, en la gran final a jugarse mañana.
En un país que maltrata como pocos a sus pueblos originarios, que los expulsa de sus comunidades y los aleja de sus culturas. En un país que discrimina a sus indígenas y los despoja de sus tierras, la presencia de la selección indígena paraguaya en Chile y apenas a 24 horas de jugar la final de la Copa América, es, más allá de lo deportivo, una pequeña luz de esperanza. Es un grito de presencia de un sector muy marginado y que encuentra, en el fútbol, la forma de hacerse sentir.
Esta historia se inició hace un tiempo atrás, cuando en Chile decidieron organizar la primera Copa América de fútbol de los pueblos originarios, en concordancia con la Copa América que en julio pasado paralizó a todos. La idea que surgió en Chile fue la de crear un lazo entre los pueblos indígenas americanos, como un homenaje a los antepasados y sobre todo, para que los pueblos originarios también hablen el idioma más universal de todos: El fútbol.
En Paraguay, se embarcaron en el proyecto la Secretaría Nacional de Deportes (SND), el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) y también la Unión de Fútbol del Interior (UFI). Se designó el equipo técnico (conformado por Virgilio Benítez Cáceres, César Ramón Benítez Cáceres (DT), Marcos A. Coronel Romero, Griselda Emilia Miranda y Ronaldo Zelada) y se empezó a trabajar con los indígenas del Chaco, de la zona oriental, con cada pueblo indígena que se pudo, para tener más valores.
Con unos meses de pruebas y tras procesos de pre selección, finalmente fueron seleccionados 18 jugadores de distintas comunidades. Los elegidos fueron Bartolomé Berguen (35 años), Benito Fale (35), Cristian Pintos (20), Óscar Pérez (27), Aurelio Silva (27), Serafín Chávez (28), Julio Chávez Atirillo (24), Roberto Cabañas (29), Florentin Vinz (22), Édgar Magdaleno Aponte (23), Iván Portillo (18), Arnaldo Núñez (22), Jeremías Sales (24), Lidio Nicodemo Vera (22), Miguel Orqueda (21), Osvaldo Espínola (20), Claudio Amarilla (26) y Raúl Amarilla (24).
De la nada a la gloria…
Callados, sin mucho ruido ni acompañamiento de los medios masivos, la Albirroja indígena se hizo presente en Chile con un trabajo previo importante y con la misión de dejar en alto los colores de la selección. El primer partido oficial fue contra México y la selección paraguaya fue aplastante; un 9-0 sobre el cuadro mexicano para una goleada que quedará en la historia de esta competencia. En el segundo partido, contra Chile, apareció la verdadera “garra guaraní”. Remontar un dos a cero, con un hombre menos y con un arbitraje ultraparcialista, no es cosa de todos, pero los albirrojos indígenas lo lograron.
”En un país que discrimina a sus indígenas y los despoja de sus tierras, la presencia de la selección indígena paraguaya en Chile y apenas a 24 horas de jugar la final de la Copa América, es, más allá de lo deportivo, una pequeña luz de esperanza”
El tercer partido que definía el grupo fue contra Perú. Nuevamente la contundencia albirroja para una victoria de 4-1, festejo mesurado y a pensar en el rival de la semifinal, que era la respetada y difícil Bolivia.
El partido de semifinales, como se esperaba, fue muy duro contra los bolivianos. Empate a un gol en los 90 minutos y la definición por penales (3-1 a favor de Paraguay). Ahí se hizo grande la figura de Bartolomé Berguen, del pueblo Enxet Norte, del Chaco, que paró dos ejecuciones de los bolivianos y ayudó para que la Albirroja indígena hoy sea finalista de esta Copa América.
El otro finalista de la competencia es Colombia, que ganó su partido a Chile. La Final entre paraguayos y y colombianos se jugará mañana, en el estadio Municipal de Peñalolén, mientras que Chile y Bolivia jugarán por el tercer lugar en la misma jornada.
De la nada a la gloria.. que hoy queda apenas a un partido. Una selección que se armó casi sin ser conocida, hoy representa a todo un país. Porque si bien un partido o un torneo, pese a ser internacional, no incidirá probablemente en la realidad cotidiana de los pueblos originarios, trae de alguna manera un brisa de esperanza y alegría. Momentos que permiten recargar fuerzas para la gran batalla.
La victoria más importante para estos indígenas no será levantar esta Copa en Chile.. la victoria más importante será que sean reivindicados y respetados como pueblos.
Fotos y vídeo: Secretaría Nacional de Deportes (SND).-