Enfrentar el fin de un ciclo es todo un reto para una selección, especialmente una que incluye a la mejor generación de jugadores de su historia. En esta situación se encuentra Costa de Marfil, quienes están viendo a su “generación dorada” en representación de su país. Este Mundial será vital para el legado que tenga este plantel a futuro, considerando lo poco que tienen para mostrar en sus anteriores participaciones.
Historia
El país no figuraba dentro del mapa futbolístico hasta hace unos pocos años. Su único logro de alguna trascendencia fue la Copa Africana de 1992. De golpe pasaron de ser uno de los tantos equipos anónimos del continente a ser considerado el más fuerte en la década del 2000, por la aparición de su “generación dorada”, con la que hasta ahora no han ganado ningún título.
Justo este surgimiento se dio luego que la Federación haya arreglado una deuda que tenían con unos brujos por aquel triunfo de 1992. El pago: 1 botella de whisky y 20 mil dólares. Algunos creen que la maldición continúa y que deberían darles otra botella de whisky por las dudas.
Al ver las participaciones Mundialistas de los Elefantes uno asume que todas fueron indudables fracasos, siendo que en ambas quedaron afuera en primera ronda. La realidad es que estas eliminaciones tienen ciertos atenuantes.
Los 2 grupos en los cuales fueron sorteados fueron “grupos de la muerte”: con Argentina y Holanda en 2006 y Brasil y Portugal en 2010. No cualquier equipo podía superar a potencias de esa magnitud, aún menos un país que, a pesar de tener buenos jugadores, nunca había participado antes. ¿Será otra muestra de la existencia del payé?
Otro factor importante fue que contrataron a técnicos que no tenían ni el más mínimo conocimiento del país y sus jugadores, al estilo de la APF con el(idiota) veterano Cesare Maldini. Por ejemplo en 2010 contrataron a Sven Goran Eriksson, más recordado por sus diversos escándalos sexuales que por sus logros con selecciones, quien cobró un sueldo de 2 millones de dólares para ganar solo 1 partido.
Todas estas excusas son válidas, pero la verdadera razón por la que no llegan a su potencial es debido a los egos inflados en el plantel. Tanto ex – jugadores, técnico y rivales los han criticado por esto desde hace varios años. Especialmente hay que tomar en cuenta lo que dijo Emanuel Adebayor (“siempre decepcionan porque todos quieren ser héroes”), porque él sabe mucho sobre ser egoísta y causar conflicto en sus equipos.
Aunque muchos los vean como egoístas, la influencia de los jugadores sobre la gente ha generado logros muy positivos en el país. En 2005, un pedido de rodillas en el vestuario por parte de Drogba y sus compañeros buscando la paz logró que las partes en conflicto firmen un acuerdo. Esto los volvió aún más legendarios para todo el pueblo. Lamentablemente no pudo solucionar el conflicto totalmente y en 2011 se reinició la guerra.
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Para llegar a Brasil pasaron sin dramas la fase de grupos y en la ronda final despacharon a Senegal, sin antes sufrir un poco, porque recién a los 90 minutos pudieron alejarse lo suficiente para que Senegal no les robe la clasificación. Tras tanta mala suerte en fase de grupos, este año finalmente les tocó un grupo sin ningún favorito: el C, junto a Colombia, Grecia y Japón.
Técnico
Sabri Lamouchi llega al Mundial con su cargo en peligro si su equipo no cumple las expectativas. Jugador francés quien no llegó a formar parte del plantel campeón de 1998, Lamouchi asumió la dirección de la selección en 2012, luego de otro fracaso más en la Copa Africana de Naciones. No tenía ninguna experiencia previa como técnico y es uno de los entrenadores más jóvenes del torneo, con 42 años. Esta falta de experiencia lo hace blanco de constantes críticas de la prensa local, porque la prensa tiene que encontrar algún villano que les permita vender más ejemplares, y porque, como todo técnico novato, se manda algunas cagadas cada tanto.
Tuvo varias polémicas, la más importante siendo haber excluido a Didier Drogba del equipo por gran parte del 2013, pero volvió a convocarlo a finales del año. Tiene un trabajo bastante duro tratando de manejar y dejar contentos a ese conjunto de egos gigantes, especialmente el de Yaya Toure.
Táctica
Lamouchi normalmente utiliza una formación 4-2-3-1, con la intención de darle mayor protagonismo a sus estrellas. Tratan de implementar un sistema más cauteloso, porque en ediciones anteriores pecaron de inocentes y fueron derrotados por selecciones mejor preparadas. Al poner a 2 mediocampistas defensivos además de Yaya Toure puede significar que el equipo quede muy separado entre líneas. A pesar de tener buenos carrileros a veces se enfocan demasiado por el centro del campo, así que al igual que los partidos políticos, los rivales podrán robarles el partido tanto por izquierda como por derecha.
Plantel
El eje del equipo, quien hace o deshace el nivel del conjunto, es el ya mencionado Yaya Toure (Manchester City). El equipo está configurado para darle rienda libre a sus terroríficas corridas hacia el área, en la cual ningún mediocampista puede igualarlo en la combinación de potencia y habilidad. Estamos seguros que, para que se sienta lo mejor posible, todos sus compañeros de equipo le felicitaron por su cumpleaños, no como los desalmados del Manchester City.
El sector defensivo ha tenido poco recambio desde el último Mundial. Kolo Toure (Liverpool), Arthur Boka (Stuttgart) y la dupla del Trabzonspor, Didier Zokora y Souleymane Bamba siguen siendo los pilares de la defensa, formando un grupo bien experimentado, hasta excesivamente experimentado, porque muchos de ellos ya no tienen la capacidad para mantenerse frente a los mejores delanteros del mundo. Además de estar un poco avejentados, Toure y Bamba jugaron muy poco durante la temporada, así que van a estar siempre un paso detrás del resto. La única cara nueva será Serge Aurier (Toulouse), un joven de 21 años que le quitó el lugar a Emmanuel Eboue.
Frente a los defensores se encuentran los jugadores quienes están encargados de proteger a la defensa y evitar que los jugadores más talentosos tengan tantas obligaciones de marcar. El que tiene la función de recuperador y pateador profesional es Cheick Tiote (Newcastle), quien en el Mundial pasado repartió planchas y patadas por todos lados. Zokora también puede acompañarlo en la destrucción del juego rival.
El jugador que está encargado de confundir a la defensa rival es Gervinho, quien pasó de ser despreciado y burlado en el Arsenal a ser un semi-dios en la Roma. Cuando la pelota está en sus pies él puede desplegar un arsenal de enganches y desbordes tan amplio como su frente. Junto a él tiene al experimentado Salomon Kalou (Lille), quien solo juega en la selección porque no aceptaron que su cambio de nacionalidad para la selección holandesa.
Didier Drogba es la máxima referencia de ataque del equipo, y también su líder, idolatrado tanto por el pueblo como por sus compañeros. Buscará terminar su carrera sacándose la espina de no haber llegado a las expectativas que se tenía del equipo desde que él es la figura.
Una de las opciones más particulares que tiene Lamouchi en el banco es Lacina Traore (Mónaco), el jugador más alto del torneo, midiendo 2 metros y 3 centímetros, altura más acorde a la NBA que al área grande. Lo más raro es que, a pesar de ser tan alto, su peor atributo es el cabezazo, dando muestra que la genética te puede dar mucho, pero no siempre la combinación será la más útil. La otra opción es Wilfried Bony (Swansea), goleador nato que cumplirá el rol del “abrelatas” cuando las cosas no funcionen.
Perfil del hincha
Los hinchas de Costa de Marfil se han volcado como nunca al fútbol en estos últimos años, porque es una forma de escape de los problemas políticos que tienen. A veces parece que están muy acelerados en las gradas; es porque producen mucho café y siempre lo están tomando. Alguna persona que tenga deseos suicidas puede ir en el medio de la hinchada y decir que odia a Didier Drogba, porque seguro matarán a cualquiera que se atreva a hablar mal de su ídolo máximo.
Si es que hay vida después de la muerte, los “Elefantes” tendrán el apoyo de un gran artista: Michael Jackson. Jackson tiene una conexión especial con el país, el cual visitó en 1992 y fue nombrado príncipe de la tribu Sanwi.
Conclusión
Costa de Marfil no pudo pedir una mejor situación para poder revertir su reputación en Mundiales. Esta vez definitivamente no tienen excusas si no pasan la fase de grupos, porque ni siquiera Colombia está a un nivel para ser considerados imbatibles. Tienen a uno de los 10 mejores jugadores del mundo, un plantel que se conoce casi de memoria y suficiente talento como para vencer a selecciones defensivas como Grecia y organizadas como Japón. La falta de recambio en la defensa y la lucha de egos serán lo que no permitirá que la selección llegue a instancias como Cuartos de Final, pero ya habrán superado su barrera histórica. La “generación dorada” espera darle a su legado el brillo que se merece.
