Así terminamos el repaso por el fútbol de Villarrica, con matices de todo tipo. Ese caracteristico estilo de los gua’i no falta en cada enfrentamiento y hace que todo el ambiente sea uno que no puede reproducirse en ningún otro lugar.
Esta es una postal que nos demuestra que los villarriqueños todavía mantienen la tradición de hacer las cosas de manera diferente, estacionando sus motos en frente a las gradas en vez de atrás de ellas para que no molesten la visual. Al final son los biciclos los que tienen un lugar privilegiado en el estadio y no las personas que las manejan.
Si pensaban que iba a ser un kilombo salir de esa apilada de motos, tenían razón. Así se ve el flujo de gente al terminar el partido. Un embotellamiento total.
Cualquier montículo sirve con tal de estar presente para ver un partido de la Liga Guaireña. En esta ocasión se enfrentan el 3 de Febrero contra el Atlético Caroveni . Los jugadores esperan no tirar la pelota contra uno de los clavos del alambrado, porque si pasa eso se quedan sin pelota por el resto del partido.
A falta de un jagua cancha, acá vemos a tres de ellos. Mientras que todos putean contra los que consideran perros dentro del campo de juego, los verdaderos canes disfrutan del ambiente fiestero de otro domingo cargado de fútbol .
En otros lugares cada equipo busca tener su propio sponsor pero no así en Villarrica. Los equipos de la Liga Guaireña parecen todos iguales, gracias a que cada uno tiene a la Municipalidad de Villarrica como principal auspiciante. En vez de parecer 12 equipos parecen 12 camisetas alternativas del la misma institución.
Los suplentes de Tuyuti Guazu y Caroveni sufren viendo a sus compañeros luchando dentro del campo de juego.
Para poder practicar con el equipo de Tuyutí Guazu uno necesariamente tiene que saber nadar, porque si despeja la pelota va a tener que buscarla en el medio del estero. Por lo menos así se van a asegurar de terminar bien frescos al finalizar cada práctica.
Cada equipo busca algún tipo de ayuda para poder sobrepasar a sus rivales. En el caso del Atlético Guaraní apelan a la ayuda divina, dando una remera del club al Obispo, esperando que este les de una buena referencia al de arriba y les permita competir por el campeonato de la liga.
Mientras que en el fútbol masculino los equipos deben aceptar la donación del Intendente, en el fútbol femenino se arreglan con lo que tienen. En este caso el club Pettirossi está auspiciado por su presidente, para todas las que necesiten un ginecólogo que además es fanático del fútbol.
La previa a la fiesta del domingo. Hay que esforzarse para poder competir contra los rivales. Los tablones vacíos esperan estar repletos el día del partido, aguantando el peso de los hinchas que buscarán impulsar al Club Cerro Corá a la victoria.
Levantando polvo, no hay mejor imágen que esta para demostrar la euforia de un título. Los chicos del Olimpia de Villarrica aman estar en una nube de polvo mientras festejan el título obtenido. El trofeo capaz quede rojo después de los festejos, pero la gloria al final siempre queda resplandeciente.
En honor a la tradición gua’i de hacer todo al revés, hemos puesto la introducción al final del artículo. El fútbol tiene sus reglas que no permiten que un pueblo lo modifique a su placer a nivel profesional, pero en Villarrica todo tiene un toque particular de la zona. Lo que nunca falta es el fervoroso aliento de los hinchas por cada uno de sus equipos y especialmente por su selección de la Liga Guaireña . Desde estacionamientos fuera de lugar hasta auspiciantes que no aparecen en ningún otro lado, el fútbol gua’i es especial.